La mujer, de 56 años, recibirá 120.000 euros de la Fundación ya que entró en 2002 en el quirófano para ser intervenida de la rótula y desde entonces sufre sensación de ahogoLa Opinión
ANA GARCÍA La Fundación Hospital de Cieza deberá indemnizar a una paciente por las secuelas de una intervención a la que se sometió en el año 2002. Una sentencia del juzgado Contencioso Administrativo número 6 de Murcia obliga al centro hospitalario a pagar a Antonia Manuel Juliá, vecina de Cieza de 56 años, 89.163 euros, más los intereses legales desde abril de 2003 -unos 120.000 euros-, por los daños sufridos en una intervención para estirparle parte de la rótula (hemipatelectomía), ya que la paciente no tenía antecedentes de enfermedades respiratorias y ha quedado con una disnea crónica -sensación de ahogo-, según indicaron fuentes de la asociación Defensor del Paciente.
Antonia Manuel explicó a LA OPINIÓN que "al sacarme las gomas de la boca desplazaron el diafragma arrastrando el pulmón derecho hacia arriba, lo que me provocaba la sensación de ahogo que ellos no detectaron". La paciente indicó que la tenían que intervenir para quitarle dos quistes que tenía junto a la rótula y en el preoperatorio -con las placas y pruebas que le hicieron- no vieron ninguna anormalidad en el tórax, "yo no sufría ningún tipo de enfermedad". Sin embargo, señaló, "cuando salí del quirófano apenas podía hablar ni respirar y todos me decían en el hospital que era porque aún estaba emocionada y nerviosa por la operación". A los cinco días le dieron el alta y volvió a casa, aunque tuvo que acudir en repetidas ocasiones a los servicios de urgencias para que le pusieran oxígeno, ya que tenía muchas dificultades para respirar y se notaba una fuerte presión en el pecho.
Esta vecina de Cieza destacó que una de las veces que fue a Urgencias los facultativos la remitieron al cardiólogo, quien le mandó unas pruebas urgentes al observar que no se trataba sólo de ansiedad. Tras ser ésta estudiada se diagnostica una elevación del hemidiafragma derecho con parálisis del mismo.
El Defensor del Paciente destaca en su comunicado que Antonia Manuel sufrió disnea hasta que el 9 de noviembre de 2006 el especialista informó de "elevación del hemidiafragma derecho", algo que sufrió sin que le fuera diagnosticado durante más de cuatro años. "En el juicio los peritos informaron contradictoriamente sobre el origen de la elevación del hemidiafragma, negando el nexo causal con la intervención porque ésta fue de rodilla y no abdominal y porque la anestesia no se administró en el cuello sino en el brazo", a pesar de ello, "la sentencia estima la demanda valorando la pasividad probatoria de la Administración sanitaria, ya que no solventó cumplidamente la carga de la prueba que la grava". En cuanto al importe de la indemnización, la sentencia la basa en los cuatro años y medio que la paciente padeció disnea y elevación del diafragma".
ANA GARCÍA La Fundación Hospital de Cieza deberá indemnizar a una paciente por las secuelas de una intervención a la que se sometió en el año 2002. Una sentencia del juzgado Contencioso Administrativo número 6 de Murcia obliga al centro hospitalario a pagar a Antonia Manuel Juliá, vecina de Cieza de 56 años, 89.163 euros, más los intereses legales desde abril de 2003 -unos 120.000 euros-, por los daños sufridos en una intervención para estirparle parte de la rótula (hemipatelectomía), ya que la paciente no tenía antecedentes de enfermedades respiratorias y ha quedado con una disnea crónica -sensación de ahogo-, según indicaron fuentes de la asociación Defensor del Paciente.
Antonia Manuel explicó a LA OPINIÓN que "al sacarme las gomas de la boca desplazaron el diafragma arrastrando el pulmón derecho hacia arriba, lo que me provocaba la sensación de ahogo que ellos no detectaron". La paciente indicó que la tenían que intervenir para quitarle dos quistes que tenía junto a la rótula y en el preoperatorio -con las placas y pruebas que le hicieron- no vieron ninguna anormalidad en el tórax, "yo no sufría ningún tipo de enfermedad". Sin embargo, señaló, "cuando salí del quirófano apenas podía hablar ni respirar y todos me decían en el hospital que era porque aún estaba emocionada y nerviosa por la operación". A los cinco días le dieron el alta y volvió a casa, aunque tuvo que acudir en repetidas ocasiones a los servicios de urgencias para que le pusieran oxígeno, ya que tenía muchas dificultades para respirar y se notaba una fuerte presión en el pecho.
Esta vecina de Cieza destacó que una de las veces que fue a Urgencias los facultativos la remitieron al cardiólogo, quien le mandó unas pruebas urgentes al observar que no se trataba sólo de ansiedad. Tras ser ésta estudiada se diagnostica una elevación del hemidiafragma derecho con parálisis del mismo.
El Defensor del Paciente destaca en su comunicado que Antonia Manuel sufrió disnea hasta que el 9 de noviembre de 2006 el especialista informó de "elevación del hemidiafragma derecho", algo que sufrió sin que le fuera diagnosticado durante más de cuatro años. "En el juicio los peritos informaron contradictoriamente sobre el origen de la elevación del hemidiafragma, negando el nexo causal con la intervención porque ésta fue de rodilla y no abdominal y porque la anestesia no se administró en el cuello sino en el brazo", a pesar de ello, "la sentencia estima la demanda valorando la pasividad probatoria de la Administración sanitaria, ya que no solventó cumplidamente la carga de la prueba que la grava". En cuanto al importe de la indemnización, la sentencia la basa en los cuatro años y medio que la paciente padeció disnea y elevación del diafragma".
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