El monitor niega los hechos y admite que les ponía crema a los alumnos "para evitar que el contrario les pudiera agarrar"La Opinión
EFE El acusado de abusar de niños a los que daba clases de lucha grecorromana en Águilas, y de corromperlos, para quien el fiscal pide pena que suman más de 42 años de cárcel, se declaró ayer inocente en el comienzo del juicio y declaró que siempre trató a los menores "con la educación que se merecían como menores de edad que eran".
Por el contrario, cuatro de estos menores, que han declarado como testigos a través de videoconferencia, han señalado que Miguel E.J. les obligaba a masturbarse y a bañarse desnudos en la playa, que les metía un dedo por el ano y que intentaba penetrarlos analmente.
En la primera sesión de la vista oral que se desarrolla en la Audiencia Provincial de Murcia, el acusado, que había instalado un gimnasio en un almacén ubicado en Águilas, manifestó que en ese local daba clases de lucha grecorromana a niños de entre 8 y 15 años. Como parte de la formación física de los niños, añadió, los llevaba a la playa y a una caseta situada en el mismo municipio, pero negó que los obligase a bañarse desnudos o que abusara de ellos.
El acusado, que dice haber sido 9 veces campeón de España en esta modalidad deportiva, declaró al tribunal: "No sé por qué me denunciaron; no le encuentro explicación alguna a esta acusación tan falsa, porque los hechos que me atribuyen nunca existieron".
El acusado, en prisión desde que los supuestos abusos fueron descubiertos, en junio de 2007, ha admitido haber puesto crema en la espalda y en los hombros a los niños, pero "esto es normal en la lucha, porque se pone para evitar que el contrario pueda agarrarnos con más facilidad". Negó también lo afirmado por los niños, que han comentado que les daba dinero y fruta a cambio de los abusos.
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