El templo se vuelve a abrir hoy al culto después de su rehabilitación, que ha costado 830.000 euros08.12.09 - 00:26 -
PACO ESPADAS/ la Verdad
El obispo de la Diócesis de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, presidirá hoy, a las seis y media de la tarde, la dedicación del templo de la Inmaculada Concepción de Alhama, tras los dos años de obras en los que se han invertido 830.000 euros aportados tanto por la Comunidad, Ayuntamiento de Alhama, Cajamurcia, Obispado, la empresa ElPozo Alimentación y aportaciones privadas de los feligreses.
Según el párroco Antonio Ballester, el templo ha quedado como una pequeña catedral; el campanario se ha aumentado en cinco metros de altura, y conserva tres de las antiguas campanas, dos de ellas pesan 500 kilos, son las llamadas 'Concepción', y 'Antonio y Piedad' en honor a los padres de los hermanos Fuertes que la donaron en su día, la cuarta campana, la llamada 'de las monjas', que era la que había en la antigua ermita se ha colocado en el interior del templo; las dos nuevas se llaman 'San José' y 'San Antonio' en honor a los dos últimos párrocos.
La iglesia en su interior cuenta con dos ángulos muertos desde los que no se divisa el altar. Para subsanar esa deficiencia se han instalado dos grandes pantallas, pero quizás lo más destacable de toda esta gran reforma sea que a partir de ahora se podrán ver las auténticas obras de arte en esculturas y vidrieras con toda su lucidez tras esta restauración.
Según el párroco Antonio Ballester, el templo ha quedado como una pequeña catedral; el campanario se ha aumentado en cinco metros de altura, y conserva tres de las antiguas campanas, dos de ellas pesan 500 kilos, son las llamadas 'Concepción', y 'Antonio y Piedad' en honor a los padres de los hermanos Fuertes que la donaron en su día, la cuarta campana, la llamada 'de las monjas', que era la que había en la antigua ermita se ha colocado en el interior del templo; las dos nuevas se llaman 'San José' y 'San Antonio' en honor a los dos últimos párrocos.
La iglesia en su interior cuenta con dos ángulos muertos desde los que no se divisa el altar. Para subsanar esa deficiencia se han instalado dos grandes pantallas, pero quizás lo más destacable de toda esta gran reforma sea que a partir de ahora se podrán ver las auténticas obras de arte en esculturas y vidrieras con toda su lucidez tras esta restauración.
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