Lorca/ La Verdad
La lechuga es un producto que se comercializa prácticamente en su totalidad fuera de nuestras fronteras. El 20% se queda en territorio nacional, mientras que el resto, un 80% se vende en países como Alemania, Reino Unido, Francia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Noruega, Países del Este, Polonia, Rusia, Portugal y Suiza.
Sin embargo, en estos momentos, ninguno de esos mercados necesita este producto, ya que cuentan con las verduras que llegan de sus propios campos.
«Por eso yo insisto en que hay que recolectar antes, ahora, otros países tienen consumo nacional», afirma Manuel Soler Miras, presidente de la Comunidad de Regantes y gerente de la cooperativa Alimer.
En los mercados europeos los españoles no pueden competir. «Sus verduras llegan antes, recién cogidas del bancal. Además, no tienen los costes de transporte nuestros, por lo que pueden venderlas más baratas que las nuestras», agregó Soler.
La lechuga es un producto que se comercializa prácticamente en su totalidad fuera de nuestras fronteras. El 20% se queda en territorio nacional, mientras que el resto, un 80% se vende en países como Alemania, Reino Unido, Francia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Noruega, Países del Este, Polonia, Rusia, Portugal y Suiza.
Sin embargo, en estos momentos, ninguno de esos mercados necesita este producto, ya que cuentan con las verduras que llegan de sus propios campos.
«Por eso yo insisto en que hay que recolectar antes, ahora, otros países tienen consumo nacional», afirma Manuel Soler Miras, presidente de la Comunidad de Regantes y gerente de la cooperativa Alimer.
En los mercados europeos los españoles no pueden competir. «Sus verduras llegan antes, recién cogidas del bancal. Además, no tienen los costes de transporte nuestros, por lo que pueden venderlas más baratas que las nuestras», agregó Soler.
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