Cientos de espectadores presencian la recreación de la batalla de la Bolsa de Falaise, que puso fin a 'Revive la historia'
15.10.12 - 00:57 -
M. CARMEN RAMÍREZ | MURCIA./ La Verdad
El día era soleado en el centro de la ciudad. Cientos de murcianos aguardaban expectantes los acontecimientos. Sonaba de fondo 'Lili Marleen'. De repente la música paró. La dulzura de la canción de Norbert Schultze fue sustituida por el atronador ruido de los disparos y las bombas. La tranquilidad se volvió tensión cuando a lo lejos se empezaron a divisar los soldados de la Infantería alemana. Se defendían como podían de la ofensiva aliada. Tropas británicas y polacas atacaban sin descanso. No estaban solos, por la retaguardia alemana se divisaba a los lejos al ejército americano, pero los alemanes entonces no lo sabían y retrocedían para ganar posiciones. Ese era el objetivo de los aliados. Cercar las tropas alemanas.
Las sirenas sonaban de forma alarmante. Los alemanes defendían sus posiciones como podían, pero los británicos eran fuertes y avanzaban de forma lenta pero constante. La tensión aumentaba por momentos. Empezaron las bajas. Heridos, muertos, nervios, temor. Los alemanes se van estancando en la plaza de la Cruz Roja. Británicos y polacos habían hecho suya la avenida Teniente Flomesta. Por la Glorieta avanzaban sin resistencia las tropas americanas.
Las numerosas bajas alemanas obligaron a tomar el Puente de Hierro como un improvisado hospital de campaña. Las enfermeras no daban abasto. Aumentaban los soldados heridos. También había bajas británicas, pero menos. Empezaron a sonar entonces los disparos estadounidenses. Los alemanes estaban totalmente atrapados. Ya no tenían escapatoria.
Un sacerdote de la zona apareció. Era urgente negociar la rendición. Había que acabar con la sangría. Los oficiales de los tres ejércitos ordenaron el alto el fuego. Los aliados habían ganado la batalla. Los alemanes empezaron a huir. Unos 100.000 lograron escapar por el Puente de Hierro, cercados como estaban en el jardín chino. Los aliados clamaron la victoria.
El centro de Murcia fue el escenario de esta gran batalla de la II Guerra Mundial. La plaza de la Cruz Roja quedó sembrada de cascotes y pólvora. También yacían los cuerpos sin vida de numerosos soldados. Un humo blanco nubló la vista de los espectadores, que aplaudieron sorprendidos ante el realismo de la recreación. Era agosto de 1944, tras el desembarco de Normandía, el ejército de Estados Unidos apenas había avanzado. Se temían que los alemanes los echaran de nuevo al mar. La batalla de la Bolsa de Falaise consiguió mermar a las tropas de Hitler y abrir el camino a la entrada triunfal en París. Alemania perdió 50.000 soldados alemanes. París fue liberado el 25 de agosto de 1944.
Fin de fiesta
Cientos de personas disfrutaron ayer de la recreación de la batalla de la Bolsa de Falaise. Era el último acto de 'Revive la historia... de cine', un evento que ha conseguido unos 50.000 visitantes a lo largo del fin de semana, cifras muy similares a las del pasado año. Antes de la recreación de la batalla, que contó con soldados con uniformes originales, así como vehículos y armamento también original de la II Guerra Mundial, se rindió un sentido homenaje a veteranos británicos. Residentes en la zona del Levante, decenas de excombatientes observaron emocionados desfilar ante sus ojos soldados que vestían como ellos hace 70 años, precedidos por una banda de gaiteros uniformados con el 'kilt', la típica falda escocesa. Tras la batalla, una representación de los veteranos desfiló con sus banderas presentando sus respetos ante los soldados caídos en combate.
En la tribuna de autoridades disfrutó de la recreación el capitán Aaron Selph, agregado militar de la embajada de EE UU en España. Reconoció a 'La Verdad' que el evento le pareció «muy interesante. Las representaciones americanas son muy reales. Me impresionan los detalles y la cantidad de personas involucradas». Estuvo acompañado por el coronel de la Base Aérea de Alcantarilla, Alberto Gallego.
Sin embargo las autoridades municipales no asistieron al acto, aunque habían sido invitadas, tanto los miembros de la corporación municipal como el delegado del Gobierno. Fuentes de la organización lamentaron el «vacío institucional, a pesar de contar con tan ilustre visita».
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