Visto para sentencia el juicio contra Beatriz García Romera, que amplió una casa de labradores en una zona protegida
03.03.12 - 01:44 -
P W. R. | LORCA./ La Verdad
El juicio que se sigue en el Juzgado de lo Penal número 1 de Lorca contra Beatriz García Romera por construirse un 'castillo' en el paraje de La Zerrichera, quedó ayer visto para sentencia. El fiscal de Medio Ambiente de Murcia y la acusación particular solicitan para García Romera tres años de prisión, la demolición de lo construido ilegalmente y una indemnización de 40.000 euros para la denunciante, Alicia Uribe, por un delito de desobediencia grave a la autoridad y otro contra la ordenación del territorio. La defensa solicita la libre absolución de todos los cargos.
Los hechos se remontan a 2005, cuando Alicia Uribe denunció a Beatriz García -esposa del conocido empresario Juan Montiel- por las obras que estaba ejecutando en una casa de labradores de su finca, contigua a la suya, situada en el paraje Hacienda El Gitano, en la Cuesta del Grajo de La Zerrichera de la pedanía aguileña de Tébar. «En la escritura de compra de 2004, la vivienda aparece con 86 metros cuadrados. Tras la reforma, suma unos 340 metros cuadrados», afirmó ayer el abogado de la acusación, Antonio Campoy López Perea.
Uribe ha interpuesto en los últimos años multitud de denuncias ante la Guardia Civil, juzgados, Ayuntamiento de Águilas, Fiscalía de Lorca, Fiscalía de Murcia, Defensor del Pueblo y Consejería de Medio Ambiente. «Mi clienta denunció porque tiene una casa a pocos metros y le han hecho la vida imposible, hasta el punto de que se ha tenido que marchar porque no podía seguir viviendo allí», señaló su abogado.
Las diligencias se iniciaron en 2005 y el juicio se ha celebrado ahora en dos sesiones: la primera el pasado 8 de febrero, y la segunda, ayer viernes, en que quedó visto para sentencia. La finca está dentro de una Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) y de un Lugar de Interés Comunitario (LIC). A pesar de ello, los técnicos que ayer declararon en el juicio señalaron que la afección causada por las obras había sido «mínima o inexistente», ya que en el lugar existen numerosas viviendas y se practica la agricultura desde siempre.
Poco antes de iniciarse la sesión García Romera se mostraba sorprendida por la situación en que se encontraba. «No entiendo por qué me tengo que ver aquí hoy. Yo lo único que hice fue arreglar una casa que tenía más de cincuenta años. Hice una habitación donde poder pintar y evadirme de la situación emocional grave en que me encontraba en aquellos momentos».
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