La Verdad
Según adelanta el presidente, Pedro Arcas, el complejo podría entrar en servicio en septiembre
Las modernas instalaciones multiplicarán por seis su espacio físico
Según adelanta el presidente, Pedro Arcas, el complejo podría entrar en servicio en septiembre
Las modernas instalaciones multiplicarán por seis su espacio físico
La asociación Apandis va a multiplicar por seis el espacio físico de que dispone para atender a las 140 personas con discapacidad intelectual que en este momento son usuarios de sus servicios. Pero, no es sólo el mayor espacio, sino el cambio sustancial que se va a producir cuando entre en servicio el nuevo edificio cuya construcción está prácticamente terminada en la diputación de La Hoya, junto a la Ciudad Regional de la Automoción.
El recientemente elegido presidente de Apandis, Pedro Arcas Campoy, que hasta ese momento ejercía las funciones de gerente, estima que «la puesta en funcionamiento de estas nuevas instalaciones podrá hacerse a lo largo del mes de septiembre, en cuanto dispongamos de la adecuada acometida eléctrica». Para Arcas, el edificio está terminado y estos días un equipo de la empresa constructora se dedica a ultimar los detalles.
«Tal vez el único retraso se deba a la jardinería pero es que ese aspecto lo va a realizar un taller de empleo municipal especializado que va a dedicar sus practicas a dotar a nuestro complejo de los jardines y demás elementos ornamentales que sean necesarios», aclara el presidente.
Sobre una parcela de 24.119 metros cuadrados, cedida por el Ayuntamiento por un periodo de 75 años, la Asociación de Padres con Hijos con Discapacidad Intelectual, Apandis, puso en marcha hace poco más de un año el ambicioso proyecto de construir un complejo fuera de la ciudad, diseñado expresamente para acoger a la mayor parte de los discapacitados que atiende. Y, como dice Pedro Arcas, «la empresa que se ha encargado de hacer el edificio, Hermanos Ortiz Vera, ha cumplido al pie de la letra el compromiso en cuanto a plazo de entrega».
Ahora falta llenar el interior. «A los chicos y chicas ya los tenemos, claro, y el mobiliario, en un principio, y a tenor de que nuestras arcas no están precisamente repletas, hemos decidido utilizar el que tenemos en los locales que pretendemos abandonar en el barrio de La Viña. Después, progresivamente se irá sustituyendo el material».
La mayor parte del nuevo edificio, que es de planta baja y sin ningún tipo de barrera arquitectónica, se destinará a lo que ahora se conoce como Centro Ocupacional, pero que pasará a denominarse Centro de Día. Una de las novedades que se encontrarán los acogidos en Apandis es una piscina cubierta para la realización de los tratamientos de hidroterapia.
El equipo de arquitectos que ha diseñado las instalaciones está integrado por Jerónimo Granados, Francisco José Fernández Guirao e Isabel María Hernández Sánchez. La estructura es totalmente metálica, con toda la tabiquería interior de pladul y el exterior con grandes acristalamientos y ladrillo blanco. En algunas zonas de la fachada llama la atención el colorido de los paneles que se han colocado.
El diseño general consiste en un corredor central con módulos adosados a derecha e izquierda y separados por espacios abiertos. Al fondo de ese corredor se sitúa la zona de descanso, las cocinas y un gran comedor con capacidad para más de cien personas, así como una serie de dependencias para el personal que trabaja en esta sección.
Tal y como está ideado el edificio, con ese corredor como nexo de unión y distribución, se podrá ampliar en el futuro manteniendo el mismo esquema y hacia la parte de parcela que ahora queda libre. Pedro Arcas reconoce que el proyecto inicial era mucho más ambicioso y hubo que recortarlo para adaptarse a las posibilidades de financiación.
«Esa circunstancia nos obligó a prescindir de la residencia, que era y sigue siendo un objetivo fundamental de nuestro proyecto, y tenemos que seguir trabajando para conseguirla. Esa instalación la consideramos muy necesaria para redondear la labor que Apandis desarrolla, pero las circunstancias nos obligan a ralentizar su construcción», afirma el presidente de la asociación.
Tres áreas fundamentales se repartirán el edificio. Una buena parte del mismo está destinada al Centro de Día en el que se reúnen todos los talleres ocupacionales que ahora se ubican en las instalaciones de la calle Panadería, del barrio de La Viña. En otra de las zonas irán las dependencias del centro de desarrollo infantil y atención temprana, y en la tercera se instalará todo el servicio administrativo.
Arcas aclara que a esta complejo de La Hoya no se va a trasladar la totalidad de los servicios que presta Apandis. El Centro Especial de Empleo, que está ubicado en una nave del polígono industrial Saprelorca seguirá allí porque es el lugar idóneo para la función que realiza.
Hay que recordar que en esa instalación están la sección de bordados especializada en reposteros protocolarios, y la sección de montaje de bandejas y otros elementos para la industria. Aparte, este centro de empleo canaliza otros puestos de trabajos en jardinería, conserjes, limpieza, reciclado de envases ligeros y parcheo de carreteras, a través de convenios con el Ayuntamiento y algunas otras empresas. En total son unas cuarenta personas las que tienen un puesto de trabajo.
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