domingo, 7 de marzo de 2010

MURCIA/ Tráfico critica por «poco seguras» las nuevas ciclocalles del Ayuntamiento

La edil defiende los carriles compartidos para ciclistas y coches, que suman el 80% del Plan Director de la Bicicleta
07.03.10 - 01:07 -
MIGUEL RUBIO MURCIA. / la Verdad
Las ciclocalles, la principal apuesta del Ayuntamiento de Murcia para promocionar el uso de la bicicleta en el municipio, no convencen a todos. A final de febrero, las protestas de un grupo de vecinos de la urbanización Los Rectores, en El Puntal, obligaron a trasladar el trazado que los operarios habían empezado a pintar por las calles Álamo, Castaño y el paseo peatonal de Las Moreras. Ahora es el jefe provincial de Tráfico, Francisco Javier Jiménez, el que expresa su desconfianza, A preguntas de 'La Verdad', Jiménez valoró como «poco seguras» estas vías, compartidas por coches y bicicletas.
Las reservas expresadas por el jefe provincial de Tráfico no parecen una cuestión menor, ya que, de los 44 kilómetros de vías ciclables previstas en la ciudad, el 43% serán ciclocalles, según recoge el Plan Director para el Uso de la Biblioteca. Si se incluye todo el término municipal, el porcentaje se duplica: el 84 % de las actuaciones serán ciclocalles y sólo el 9% carriles segregados.
Con una inversión de casi 5,3 millones de euros, el Ayuntamiento de Murcia pretende poner en marcha una red de vías ciclables de 545 kilómetros en el plazo de seis años. Algunas de estas vías ya han hecho su aparición en el trazado urbano. Dos de esas ciclocalles están presentes en la avenida de los Pinos y la calle Alfonso Palazón. Se distinguen porque el carril bici está pintado de rojo sobre el mismo asfalto. Una señalización vertical limita la velocidad a 30 kilómetros por hora y avisa de que ese tramo es compartido por bicicletas y coches. En Espinardo, también se han dibujado ya las ciclocalles sobre el pavimento: en algunas calles transcurren por un lateral, en otras, ocupan la mitad de la calzada.
¿Puede el Ayuntamiento llegar de la noche a la mañana y cambiar la configuración de una calle? El jefe provincial de Tráfico explica que «sí tiene competencias para ello», pero advierte de algunos 'errores'. Por ejemplo, los discos de fondo azul con las figuras de un coche y un ciclista. «Esa señal no existe en el reglamento», indica Jiménez. Entonces, ¿es legal?. «Sí, si lo aprueba una ordenanza».
Francisco Javier Jiménez insiste en que su rechazo a las ciclocalles «no es una cuestión política, lo digo como técnico y sin ánimo de polémicas. Lo más seguro es hacer carriles segregados, por donde puedan ir sólo los ciclistas. Si bicicletas y coches comparten calzada, el riesgo de atropello es mayor».
El código de circulación permite a ambos vehículos ir por la misma calzada, salvo en autovías y autopistas. Así que el jefe provincial de Tráfico ve más conveniente que se mantenga la norma general de que los ciclistas circulen pegados a la derecha, «y no obligarles a ir por mitad de la ciclocalle. Le veo problemas. Puede darse el caso de que los coches intenten utilizar esas vías como alternativas para esquivar otras calles que estén más congestionadas y entonces la situación es peligrosa». Algo parecido puede ocurrir si los ciclistas utilizan zonas peatonales: entonces es el ciudadano de a pie el que corre el riesgo de llevarse la peor parte.
También el presidente de la Asociación de Autoescuelas, Carlos Nicolás, piensa que las ciclocalles «pueden traer complicaciones», sobre todo en las intersecciones, y se muestra partidario de habilitar carriles exclusivos para los ciclistas, con el fin de evitar peligros.
Sin ordenanza
La Concejalía de Circulación se puso manos a la obra con la ordenanza municipal que regulará todos los detalles para extender el uso de la bicicleta. De eso hace ya más de un año, pero todavía no está terminado el texto legal.
Aun así, las nuevas señales ya están en la calle, para desconcierto de numerosos conductores. Algunas han sido de quita y pon, como las colocadas en el camino que conduce a Agridulce desde Espinardo, paralelo a la autovía. Una mañana aparecieron colocadas. A los pocos días fueron tapadas. Y así siguen, ocultas. También se cubrieron con pintura negra las señales horizontales.
La concejal de Calidad Urbana y Medio Ambiente, Adela Martínez Cachá, responsable del Plan Director de la Bicicleta, defiende la seguridad de las ciclocalles. «No es algo que nos hayamos inventado aquí en Murcia. Ya existen en otras ciudades, como Bruselas y Milán, y están funcionado con total garantía. Es una apuesta segura; no vamos a experimentar».
¿Cómo se ha planificado la nueva red para los ciclistas? Martínez-Cachá explica que se han analizado cada una de las vías «y en función de sus características, se plantea la opción más segura y factible». Así, para las ciclocalles se eligen vías de servicio o aquellas que soporten una intensidad de tráfico inferior a 5.000 vehículos día.
Para el autor del plan director, el geógrafo Francesç Arechavala, de la empresa Idom Ingeniería y Arquitectura SA, las ciclocalles tienen un efecto calmante en el tráfico, que se puede transmitir por buena parte de la ciudad. «Por estas vías, no se puede circular a más de 30 kilómetros por hora. Así los coches emiten menos ruidos y también menos humos. Pero además, la seguridad es mayor. Y no sólo para los ciclistas; porque a esa velocidad si un coche arrolla a un peatón, los daños son mucho más leves». Arechavala afirma que las ciclocalles son una «apuesta sostenible» no sólo porque contribuyen a reducir la contaminación urbana del tráfico; también su puesta en marcha y mantenimiento es bastante más barato.
Un cálculo aproximado extraído del presupuesto que figura en el Plan Director de la Bicicleta revela que cien metros de carril segregado salen por algo más de 4.000 euros, frente a los 160 euros que hay que invertir para habilitar la misma distancia de una ciclocalle.
El modelo de Madrid
Tienen más defensores las ciclocalles. Desde Pedalibre, una asociación dedicada a promocionar el uso urbano de la bicicleta, se señala que es la mejor fórmula para extender la utilización de este vehículo ecológico en las ciudades. «El código de circulación permite que las bicicletas vayan por las mismas calzadas que los coches. Así que las ciclocalles lo único que hacen es explicitar la presencia de las bicis. Y eso supone más seguridad para los ciclistas». Esta asociación anuncia que será el modelo que se implantará en los próximos años en Madrid.
Pero, ¿son aptas para todos los públicos las ciclocalles? ¿Se atrevería usted a recorrer una de estas vías con su hijo? El Ayuntamiento de Sevilla, a través del Observatorio de la Sostenibilidad Urbanística, ha apostado por los carriles bici segregados porque considera que son más seguros «y puede utilizarlos todo el mundo, desde niños a mayores con suma tranquilidad». Un portavoz de dicho departamento indica que ir en bici por una calzada donde compartes el espacio con los coches «requiere de gran destreza debido a que se plantean situaciones peligrosas». De ahí que la alternativa sevillana sean los carriles segregados. En la capital andaluza se ofrecen ya 120 kilómetros en una red que «une todas las zonas urbanizadas y habitadas».
Ese detalle también lo ha previsto la concejal Adela Martínez-Cacha. Explica que ya se han realizado cursos para enseñar a ciclistas de todas las edades a desenvolverse por estos nuevos viales. Las clases seguirán en los próximos meses. También se desarrollarán campañas de sensibilización para que los conductores sepan circular correctamente por esas vías compartidas y que se conciencien y sean respetuosos. Así que la edil deja una reflexión final: «Es una cuestión de nuevas conductas, a la que debemos acostumbrarnos. Todos debemos poner de nuestra parte, como en cualquier convivencia».

¿CUÁNTO CUESTA?
1.596 euros para habilitar 900 metros de ciclocalle en el paseo Marqués de Corvera.
17.801 euros para abrir 400 metros de carril bici segregado en el paseo Alfonso X.
49.314 euros por 400 metros de acera bici que se levantará en el céntrico jardín del Salitre.
61.286 euros por 300 metros de acera bici y 700 metros de carril segregado en Ronda Levante.
QUÉ ES...
Vías ciclables:
Término genérico que engloba todas las pistas para ciclistas. Los expertos recomiendan que midan de 1,20 a 1,50 metros de ancho si son unidireccionales, y de 2,20 a 2,50 metros si son bidireccionales
Acera-bici:
Una parte de la acera está reservada a las bicicletas, señalizada con pintura o losas, que la diferencia del resto del espacio, destinado a los peatones.
Ciclocalle:
La calzada es utilizada indistintamente por bicicletas o vehículos privados, sin que ninguno de ellos tenga preferencia. Suelen ser vías con velocidades muy bajas.
Carril bici segregado:
Trazado en la calzada, pero protegido del resto de la circulación mediante un murete o bandas con relieves.
OPINIONES CRUZADAS
ADELA MARTÍNEZ-CACHÁ CONCEJAL DE MEDIO AMBIENTE
«Las ciclocalles ya existen en otras ciudades, y funcionan con total garantía»
FRANCESÇ ARECHAVALA GEÓGRAFO
«El coste es asequible; aumenta la seguridad y contribuye a calmar el tráfico»
FRANCISCO JAVIER JIMÉNEZ JEFE PROVINCIAL DE TRÁFICO
«Lo más seguro es hacer carriles segregados por donde vayan sólo los ciclistas»
CARLOS NICOLÁS PTE. ASOCIACIÓN DE AUTOESCUELAS
«Pueden traer complicaciones, sobre todo en las intersecciones»

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