domingo, 7 de marzo de 2010

LORCA/ Los parches de la crisis


07.03.10 - 01:11 -
PILAR WALS pwals@laverdad.es LORCA.

Este año muchos pequeños harán la comunión con el traje de su hermano mayor o con el que les prestará su primo

Los lorquinos viajan menos, zurcen la ropa, se echan menos tintes y meriendan en casa
Heredar el traje de Primera Comunión de un hermano mayor era antes algo habitual, pero con el tiempo esta costumbre cambió y pocos eran los niños que no estrenaban en ese día. Sin embargo, la crisis ha llevado a que muchas familias lorquinas retomen esa costumbre, quizás obligados por el crítico momento económico. Este año, muchos pequeños harán la comunión con el traje de su hermano mayor o con el que les prestará su primo.
La crisis ha obligado a los lorquinos a cambiar muchos de sus hábitos y a retomar costumbres del pasado que habían quedado casi en el olvido. «Estos días están trayendo muchos trajes de comunión para prepararlos para un hermano, un primo, un amigo... Pero no sólo eso, también han traido muchas enaguas, que antes se compraban, no se pedían prestadas», afirma Juani Jódar Guerrero, que regenta una tintorería.
Donde se ha notado más la crisis, asegura, es en el «día a día». Las alfombras y cortinas ya no pasan una vez al año por la tintorería. «Ahora se limpian en casa, como antes, con el sacudidor». Cuenta que la gente «mira mucho el euro y lo que se puede ahorrar». Y que alguna clienta le ha pedido «si tenía trajes de novia para alquilar».
En la peluquería también se han producido cambios importantes. Las lorquinas siguen acudiendo, aunque muchas «optan por echarse el tinte ellas mismas en casa. Lo compran en el supermercado y así les sale más barato», cuenta la peluquera Toñi García Sicilia, quien dice que «también se han reducido las mascarillas capilares por sus costes. Se lo piensan mucho antes de gastar algo más de lo preciso».
Las clientas van a la peluquería «cuando es necesario y alargan los tintes hasta una semana más». Lavar y peinar ha quedado casi supeditado a una vez por semana «cuando se aplican el tinte y aprovechan para cortarse las puntas».
Y puestos a ahorrar uno de los sectores que se ha visto más afectado por la precaria situación económica es el de las agencias de viaje. Ahora, «se viaja menos y más cerca», según Sel Lorenzo, gerente de la Agencia de Viajes Alsel.
A pesar de la crisis los lorquinos siguen viajando. «Moralmente siguen viajando, aunque sus viajes distan mucho de los que realizaban hace algunos meses. Son escapadas cortas, a lugares cercanos, sobre todo». Sin embargo, los precios son ahora mucho más económicos. «El que viaja lo hace a unos precios que antes no viajaba. Las ofertas son muy buenas, con unos hoteles magníficos, a sitios paradisiacos y con vuelos muy cómodos».
Se ahorra en todo, hasta en los vaqueros, que han vuelto a llevar zurcidos y remiendos. «Estamos reparando tejanos, algo que no se hacía desde hace muchos años», asegura María Ruiz que tiene en la calle Lope Gisbert un taller de reparción de prendas de vestir. Pero lo que más está arreglando estos días son trajes de comunión. «Traen muchos para adaptarlos a los hermanos o primos. Estamos haciendo muchas mejoras en ropa de vestir para comuniones, bodas, bautizos...».
Dice que la gente quiere ahorrar aprovechando prendas que se han comprado para una celebración y darle uso para otras con pequeños retoques. Sin embargo, se quejan de los precios. «Les parece todo caro, cuando lo que están haciendo es ahorrándose un buen dinero con los cambios que introducimos en sus prendas».
Nunca antes habían llegado hasta su taller tantos trajes de fiesta a los que se les cambia los botones o se les acorta el largo. «Pero de mujer y de hombre. Se están adaptando también trajes para los hijos. Hacemos un poco de todo. Ahora tenemos mucho trabajo por la cercanía de las comuniones y el mes de mayo, en que se celebran muchas bodas», agrega María Ruiz.
En las pastelerías también se han tenido que introducir algunos cambios, según el repostero Juan Carlos Ayala Fernández, de la Pastelería Blanco y Azul. «Se hace menos dulce fino y más bollería y pastelería salada. Ahora se vende más pan y tartas más económicas».
Las meriendas se hacen en casa. «Antes, veías a diario a la madre con los hijos merendar en la pastelería. Ahora, acuden una vez o dos por semana. El resto de los días, prefieren llevarse el dulce y merendar en casa». También se han reducido las ventas de chucherías para los más pequeños. «Los huevos de chocolate ya no se venden como antes». Lo que sí ha crecido es la venta de pasteles durante el fin de semana. «Los clientes se los llevan a casa y hacen meriendas familiares», relata Ayala Fernández.
En el zapatero, más de lo mismo. Cada vez llegan zapatos más viejos, porque se apura al máximo antes de llevarlos a reparar. «Viene sólo calzado viejo, ya no llega el nuevo que se compraba y al que se le cambiaba de inmediato las tapillas para proteger los tacones», explica Diego Artero, zapatero del Residencial San Mateo.
Su día a día era no parar. Sin embargo, ahora, «hay tiempo para todo, hasta para hacer limpieza y ordenar los pocos zapatos que nos llegan». Y es que de los 20 pares que les traían sus clientes cada día, ahora «apenas entran uno o dos, con un poco de suerte».
Otra curiosidad es que muchos «vienen a arreglar los zapatos con ellos puestos. La gente ya no tienen tantos pares como antes. Ahora, se compran uno y le sacan todo el partido que pueden. Cuando se estropea, lo arreglan hasta que aguante. No está la situación para tirar el dinero», concluye.
OPINAN
Sel Lorenzo Agencia de viajes
«La gente sigue viajando, a pesar de la crisis, aunque son escapadas cortas, en vez de viajes largos. Moralmente siguen viajando, aunque no son las vacaciones que antes de la crisis se hacían. Ahora se viaja a unos precios increíbles y las propuestas son más interesantes que nunca».
Juan Carlos Ayala Pastelero
«Ahora nos piden menos dulce fino y más bollería, pastelería salada y pan. Las ventas de tartas han bajado y se buscan más económicas. También se venden menos las chucherías y los huevos de chocolate. Se merienda menos en la pastelería y más en casa, sobre todo, los fines de semana».
Juani Jódar Guerrero Tintorera
«Me han preguntado incluso si alquilaba trajes de novia para bodas. La crisis se está notando mucho en el día a día. Antes, tras una boda, traían los trajes de los novios, padrinos... Ahora, se lo piensan más. Estos están llegando muchos trajes de comunión. Los reciclan de hermanos y primos por la crisis».
Toñi García Sicilia Peluquera
«Hay algunas clientas que han dejado de venir a ponerse el tinte. Se lo compran y se lo echan ellas mismas en casa. También se está apurando mucho el tiempo para venir a tintarse. Alargan hasta una semana. Además, se piensan mucho determinados tratamientos para el pelo».
Diego Artero Zapatero
«Antes venían 20 pares de zapatos al día para arreglar. Ahora, llegan uno o dos. Traen, sobre todo, zapatos viejos para reparar. El nuevo, el que se compraba la señora y al que se le cambiaba la tapilla de inmediato para protegerlo, eso ya no viene, porque la gente no compra zapatos últimamente».

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