Respetarán las fachadas catalogadas, que serán sostenidas por perfilerías metálicas
Las prospecciones arqueológicas, de las que faltan un 20%, también se acometerán
Ahora sí, parece que comienza a dislucidarse luz al final del túnel, o más bien, el comienzo de las obras del futuro barrio artesano. Casi una utopía que unos y otros políticos han venido anunciando en los últimos, que no pocos, años. Lo más inmediato, en septiembre, será la contratación del mantenimiento de las fachadas catalogadas, las que serán respetadas.
«Cuando llegamos estaba contratada la demolición de los edificios que no iban a formar parte del barrio artesano. Si la empresa hubiese ejecutado su trabajo, las fachadas catalogadas se habrían venido abajo, ya que no se había previsto la perfilería para mantenerlas en pie», afirma el concejal de Fomento, Joaquín Ruiz.
La perfilería metálica sostendrá en pie tres fachadas de la calle Selgas, otra en Paradores y dos más en Galdo, donde también se respetará el torreón de una vivienda que también cuenta con fachada en una calle lateral. «El barrio artesano va a ocupar toda la manzana», admite el edil de Artesanía, Francisco Montiel.
Cuando se produzca el vaciado, también se terminarán las prospecciones arqueológicas. «Se ejecutaron parte de los trabajos, pero aún queda un 20%», añade Ruiz. Las excavaciones que se realizaron poco antes del verano de 2007 apenas se dejan ver. Están cubiertas por la maleza. «El proyecto ha cambiado. Se han incorporado nuevos detalles. Acogerá un aparcamiento de dos plantas», explican.
El principal objetivo del barrio artesano es la promoción de la artesanía local. Para ello, habrá 32 puestos artesanales, «donde los profesionales de las distintas materias no sólo venderán sus productos, sino que mostrarán como los elaboran. Es una forma de dar a conocer su trabajo», cuenta el edil popular Francisco Montiel.
Pero además, acogerá dependencias municipales. «Habrá más de 1.700 metros cuadrados para oficinas, lo que permitirá si fuera necesario el traslado de algunos servicios municipales, por la cercanía con el Ayuntamiento», agrega Ruiz Montalván, quien también dijo que se ha incluido una «sala de usos múltiples que permitirá la celebración de exposiciones, conferencias y congresos».
La puesta en valor de toda la manzana regenerará la vida de la zona, ya que la calle Selgas cuenta con numerosos edificios señoriales que aparecen cerrados a cal y canto. «Es una de las pretensiones más importantes. Cuando el barrio artesano esté en funcionamiento será un lugar de tránsito obligado para lorquinos y visitantes». Ello repercutirá, según Ruiz Montalván, «en la recuperación de todo el entorno». Y recordó que «antes de finales de año también se producirá el traslado del Archivo Histórico Municipal al antiguo Palacio de Los Alburquerque, lo que también contribuirá».
Las prospecciones arqueológicas, de las que faltan un 20%, también se acometerán
Ahora sí, parece que comienza a dislucidarse luz al final del túnel, o más bien, el comienzo de las obras del futuro barrio artesano. Casi una utopía que unos y otros políticos han venido anunciando en los últimos, que no pocos, años. Lo más inmediato, en septiembre, será la contratación del mantenimiento de las fachadas catalogadas, las que serán respetadas.
«Cuando llegamos estaba contratada la demolición de los edificios que no iban a formar parte del barrio artesano. Si la empresa hubiese ejecutado su trabajo, las fachadas catalogadas se habrían venido abajo, ya que no se había previsto la perfilería para mantenerlas en pie», afirma el concejal de Fomento, Joaquín Ruiz.
La perfilería metálica sostendrá en pie tres fachadas de la calle Selgas, otra en Paradores y dos más en Galdo, donde también se respetará el torreón de una vivienda que también cuenta con fachada en una calle lateral. «El barrio artesano va a ocupar toda la manzana», admite el edil de Artesanía, Francisco Montiel.
Cuando se produzca el vaciado, también se terminarán las prospecciones arqueológicas. «Se ejecutaron parte de los trabajos, pero aún queda un 20%», añade Ruiz. Las excavaciones que se realizaron poco antes del verano de 2007 apenas se dejan ver. Están cubiertas por la maleza. «El proyecto ha cambiado. Se han incorporado nuevos detalles. Acogerá un aparcamiento de dos plantas», explican.
El principal objetivo del barrio artesano es la promoción de la artesanía local. Para ello, habrá 32 puestos artesanales, «donde los profesionales de las distintas materias no sólo venderán sus productos, sino que mostrarán como los elaboran. Es una forma de dar a conocer su trabajo», cuenta el edil popular Francisco Montiel.
Pero además, acogerá dependencias municipales. «Habrá más de 1.700 metros cuadrados para oficinas, lo que permitirá si fuera necesario el traslado de algunos servicios municipales, por la cercanía con el Ayuntamiento», agrega Ruiz Montalván, quien también dijo que se ha incluido una «sala de usos múltiples que permitirá la celebración de exposiciones, conferencias y congresos».
La puesta en valor de toda la manzana regenerará la vida de la zona, ya que la calle Selgas cuenta con numerosos edificios señoriales que aparecen cerrados a cal y canto. «Es una de las pretensiones más importantes. Cuando el barrio artesano esté en funcionamiento será un lugar de tránsito obligado para lorquinos y visitantes». Ello repercutirá, según Ruiz Montalván, «en la recuperación de todo el entorno». Y recordó que «antes de finales de año también se producirá el traslado del Archivo Histórico Municipal al antiguo Palacio de Los Alburquerque, lo que también contribuirá».
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