MURCIA/ Un simulacro de alerta por nube química tóxica provoca una avalancha de quejas

G. Hermida/ La Verdad
Las sirenas comenzaron a aullar exactamente a las once de la mañana, justo cuando la consejera de Presidencia, María Pedro Reverte,, y el alcalde, Lázaro Mellado, activaron desde el Centro de Seguridad Ciudadana las alarmas. Se trataba de un simulacro ante la posible eventualidad de que una nube tóxica, proveniente de alguna de las empresas químicas instaladas en el norte del municipio, se encaminara hacia su centro urbano y la pedanía murciana de Sangonera la Seca.
Pero el aullido de la sirena durante 300 segundos, seguido de una pausa y otros cinco minutos de alarma, provocó exactamente lo que buscaba: la alarma. Y todo porque la mayor parte de la población no estaba informada del simulacro. La centralita de la Policía Local, justo al lado del centro desde el que se emitió el aviso, casi se colapsa, pero lo más grave, según ha denunciado el PSOE, es que los agentes desviaban al 112 las explicaciones de lo que estaba sucediendo.
Sin embargo, el 112 tampoco daba una explicación convincente y desviaba a su vez a la comisaría de Policía Nacional a los vecinos que aún mantenían la paciencia de marcar de nuevo. Evidentemente, la comisaría no estaba informada.
Las quejas de los vecinos eran ayer palpables a pie de calle. Aunque no es la primera vez que se produce un simulacro de este tipo, las cuitas vecinales se centraban en que no se había informado lo suficiente, pese a que en numerosos portales se habían colocado carteles informativos y -según el Ayuntamiento- se había distribuido en los buzones dicha información. Sin embargo, muchos vecinos, aunque sabían que era un simulacro, quisieron conocer qué debían hacer. Las llamadas a los centros policiales e informativos no obtuvieron la respuesta correcta -permanecer en sitios cerrados, cerrar gas y electricidad y poner la radio para estar informados-, que sí estaba presente en la información que desde el Ayuntamiento se hizo llegar el miércoles a los medios informativos, como también denunció desde el PSOE su secretario local, Alfonso Martínez.