J. Pérez/ La Verdad
«Salvo diluvios universales, casi podríamos afirmar que ya no habrá inundaciones en El Garbanzal y Las Oliveras», dijo ayer con humor el alcalde, Francisco Bernabé, durante la inauguración del plan contra avenidas que comenzó en septiembre pasado la Consejería de Agricultura y Agua y que ha costado 1,4 millones de euros.
Desde tiempo inmemorial, la zona norte del casco urbano, situada en una vaguada donde desembocan las escorrentías procedentes de la Sierra Minera y el Cabezo Rajao, ha sido asolada por inundaciones cuando llueve de forma torrencial. Las últimas se produjeron en octubre de 2007. Varios domicilios se anegaron y los accesos al barrio estuvieron cortados al tráfico un día.
Para la captación de las aguas pluviales, se ha instalado un cinturón de tres kilómetros de canalizaciones - en superficie o soterradas según los casos- así como cunetas e imbornales. El consejero, Antonio Cerdá, señaló que «con las últimas lluvias de primavera se ha comprobado la eficacia de los colectores». Estas son las terceras obras que se acometen en 8 años para evitar las inundaciones.
La red comienza en las ramblas del Cabezo Rajao y del Cabezo Agudo, sigue por la carretera de Roche y llega hasta la Rambla del Miedo, en la zona de Torreblanca, donde desemboca el entramado de conducciones. La cuenca de captación alcanza los 800.000 metros cuadrados.
«Salvo diluvios universales, casi podríamos afirmar que ya no habrá inundaciones en El Garbanzal y Las Oliveras», dijo ayer con humor el alcalde, Francisco Bernabé, durante la inauguración del plan contra avenidas que comenzó en septiembre pasado la Consejería de Agricultura y Agua y que ha costado 1,4 millones de euros.
Desde tiempo inmemorial, la zona norte del casco urbano, situada en una vaguada donde desembocan las escorrentías procedentes de la Sierra Minera y el Cabezo Rajao, ha sido asolada por inundaciones cuando llueve de forma torrencial. Las últimas se produjeron en octubre de 2007. Varios domicilios se anegaron y los accesos al barrio estuvieron cortados al tráfico un día.
Para la captación de las aguas pluviales, se ha instalado un cinturón de tres kilómetros de canalizaciones - en superficie o soterradas según los casos- así como cunetas e imbornales. El consejero, Antonio Cerdá, señaló que «con las últimas lluvias de primavera se ha comprobado la eficacia de los colectores». Estas son las terceras obras que se acometen en 8 años para evitar las inundaciones.
La red comienza en las ramblas del Cabezo Rajao y del Cabezo Agudo, sigue por la carretera de Roche y llega hasta la Rambla del Miedo, en la zona de Torreblanca, donde desemboca el entramado de conducciones. La cuenca de captación alcanza los 800.000 metros cuadrados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario