La limpieza y reparación de sus cuatro campanas le va a costar a la parroquia cerca de 20.000 euros
16.10.12 - 01:41 -
PACO ESPADAS |/ la Verdad
Las cuatro campanas de la torre de la iglesia de San Lázaro fueron ayer desmontadas con el propósito de que sean limpiadas y reparadas. Para poder bajar los bronces fue necesario contar con una grúa, ya que la mayor del campanario estaría cercana a los 800 kilos de peso. El proceso de limpieza que se les aplicara será el conocido como «chorro de arena», según explicaba el párroco, José Prior.
Además de la limpieza del metal de las campanas, se revisarán y repararán los yugos que las sujetan, y que son de madera, así como algunos de los anclajes que no se encuentran en buenas condiciones. «La reparación la hacemos ahora, con motivo de evitar percances que se podrían ocasionar en el futuro», aseguraba el párroco, José Prior.
Dos de las cuatro campanas que se ubican en la torre están 'bautizadas' con los nombres de Santa María Gracia (la más grande, instalada en 1762) y San Sebastián (regalada por el párroco Sebastián Mesa en la década de los 70 del pasado siglo). Una tercera se tiene constancia de que también luce nombre, que se espera que con las labores de limpieza salga a la luz.
El coste de toda la operación será asumido por la propia parroquia, es decir, unos veinte mil euros, aproximadamente, aunque el párroco dejaba claro que se pueden realizar donaciones, con la finalidad de ayudar a sufragar la operación de rejuvenecimiento del campanario.
Casi siete siglos de historia
Los primeros datos que documentan la existencia de la iglesia datan de 1366, y el hecho de que estuviera ya dedicada a San Lázaro tiene que ver con el pasado termal de la localidad, ya que el santo es patrón de las curas y el templo está a apenas 20 metros de las antiguas termas romanas.
La bola y la cruz que coronan la iglesia se colocaron en 1747, y la actual torre fue restaurada entre 1997 y 2002, bajo la dirección del arquitecto Alfredo Vera. El reloj de la torre se conoce como Reloj de la Villa y es de propiedad municipal. El encargado de su mantenimiento es el jardinero municipal, Simón García.
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