La laguna se hunde 3,8 milímetros cada año por un leve movimiento vertical, según los estudios geológicos
05.06.12 - 01:01 -
M. BUITRAGO | MURCIA./ la Verdad
Las características del subsuelo y la existencia de una subsidencia (un movimiento descendente de 3,8 milímetros al año) pueden condicionar la construcción de un túnel submarino en el Mar Menor para enlazar La Manga con San Javier, como proyecta el Gobierno regional. Para tener seguridad y estabilidad, el subterráneo tendría que perforarse a una cota de 40 metros bajo el nivel del mar, según ha explicado Tomás Rodríguez Estrella, profesor titular de Geodinámica Externa e Hidrogeología de la Universidad Politécnica de Cartagena, autor de un trabajo sobre la geología de la laguna publicado en 2009 por el Instituto Euromediterráneo del Agua.
El consejero de Obras Públicas, Antonio Sevilla, ha indicado que el proyecto se adaptará a las circunstancias geológicas de la zona, y explica que se puede construir un túnel de la misma forma que se hace en Japón, donde existe un metro. A su juicio, la ingeniería plantea soluciones para obras de esta índole en zonas con actividad sísmica, que a su juicio no es el caso del Mar Menor.
Para Rodríguez Estrella, «geológicamente se puede llevar a cabo ésta o cualquier otra obra pública. Hay túneles de este tipo en Suecia, Dinamarca y otros países. Otra cosa es el coste económico, sobre todo el medioambiental que llevaría implícito, pues previamente habría que realizar una serie de sondeos geomecánicos a testigo continuo dentro del Mar Menor, para ver los terrenos existentes, su espesor y su grado de resistencia, que serían perforados por máquinas ubicadas sobre plataformas, similares a las que hay en el Mar del Norte para la extracción de petróleo; el enclavado en el fondo de la laguna de estas plataformas y los inevitables derrames de sustancias propias de la perforación, podrían acarrear perjucios ecológicos en este ecosistema tan frágil» explica.
El segundo punto a considerar es la subsidencia que existe en la laguna, donde se produce un movimiento vertical de 3,8 milímetros al año, según una tesis doctoral de Jiménez García de 1998, refiere Tomás Rodríguez Estrella. Apunta que de no existir este paulatino hundimiento del fondo marino, el Mar Menor ya se habría colmatado debido al gran acúmulo de sedimentos que llegan a la laguna, después de unas intensas lluvias.
Al mismo tiempo que llegan los materiales erosionados del continente se produce el hundimiento del fondo marino. «No estamos ante una zona sísmica activa, como puede ser la de Alhama-Lorca, pero sí ante un litoral que está sufriendo una epirogénesis, de manera que frente a un Mar Menor que se hunde lentamente tenemos otras zonas, como Cabo de Palos y Cabo Roig, que se están elevando», dice.
Por las encañizadas
Opina que habría que perforar por debajo de materiales inconsistentes del Cuaternario e internarse en unas areniscas del Plioceno, de mayor resistencia. «Primero están los fangos, que no tienen estabilidad, y debajo unos limos. Como idea inicial, para alcanzar una zona estable y segura, roca dura y consistente, estamos hablando de que habría que realizar un túnel a una cota de entre 30 y 40 metros bajo el nivel del mar»
Tomás Rodríguez Estrella ve más factible desde el punto de vista geológico construir dicho túnel por el tan criticado acceso norte, entre Veneziola y las salinas. «Afloran terrenos más estables y duros, sin subsidencias», apunta, aunque advierte de que dicho túnel debería pasar también bajo el parque regional, pero, a pesar de ello, tendría menos longitud que el propuesto.
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