lunes, 5 de septiembre de 2011

MURCIA/ Galopadas entre semáforos


Más de un centenar de jinetes y carruajes se pasearon ayer por la ciudad en el Día del Caballo

La Opinión

FERNANDO SÁNCHEZ El caballo y su mundo se convirtió en la mañana de ayer en el protagonista de la Feria de Murcia. Y es que más de un centenar de jinetes y carruajes de las peñas huertanas y particulares pasearon por la ciudad en un desfile que hizo las delicias de los espectadores, sobre todo de los más pequeños. El punto de partida fue el recinto de La Azacaya, que acoge la Feria de Ganado, y el destino el paseo de Alfonso X el Sabio, donde se celebraron los actos centrales del ya tradicional Día del caballo.


La comitiva, formada por carruajes de paseo y de labor, tirados por caballos y por ponis, así como más de cien jinetes, encandilaron a los centenares de murcianos que se echaron a la calle para vivir un espectáculo que ya se está convirtiendo en parte imprescindible de las fiestas de la capital.

Laura y Paco, dos vecinos de Elche, se mostraban ensimismados ante el espectáculo que estaban viendo en pleno centro de Murcia, pues no se esperaban encontrar con las tradiciones más puras del trabajo en la huerta y medios de transporte tan clásicos en su visita a la ciudad camino de La Manga, donde van a pasar unos días.

Pese a la cercanía de su ciudad no habían acudido nunca a un acto de la Feria de Septiembre, aunque afirman que «vamos a repetir otros años», mientras degustaban una cerveza Estrella Levante y un bocadillo de los que se repartían de forma gratuita.

Mientras, Julio, un chico de La Albatalía, paseaba con su caballo saludando a todo el mundo que se le acercaba y montando a la grupa de su corcel a los niños que se lo pedían. Es el segundo año que participa en el desfile y destaca que para él es «un día especial en el que tengo la oportunidad de salir de la rutina».

Los más observados eran, sin duda, los pequeños enganches tirados por ponis, que demostraban una fuerza espectacular para su tamaño, pues uno de ellos arrastraba un carruaje con cinco personas. Los más avezados caballistas daban vueltas por el paseo demostrando su maestría en la doma. Algunos con increíbles piruetas y otros haciendo saludar a sus corceles al público con la cabeza tras una señal suya.

Personalidades de la cultura y la política como el portavoz del PP en la Asamblea, Juan Carlos Ruiz, disfrutó de la jornada junto a sus hijos. Sobre las doce y cuarto, el empresario murciano Juan Martínez Antolinos, gerente del restaurante Airemar, recibía el Caballo de Oro, un galardón ya instituido en la feria del Ganado. Fue una mañana
mágica, en la que los murcianos pudieron ver muy de cerca los caballos, unos animales que antaño dieron vida
práctica y comercial a nuestros antepasados cuando la huerta era la dominante.

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