la Verdad
Ni el humo ni el fuego, hicieron desistir a Carmen M. O. de su negativa a abandonar su vivienda, que era pasto de las llamas. Ante la actitud obstinada que mostraba esta mujer de 72 años y el peligro que entrañaba para su vida la situación, la Policía Local se vio obligada a desalojarla en contra de su voluntad del inmueble donde residía en la calle Mariana Pineda.
Los bomberos del servicio de extinción de incendios tuvieron que emplearse a fondo para sofocar el fuego que se había hecho fuerte en la sala de estar, por un cortocircuito en la instalación eléctrica o por el brasero. Los bomberos todavía no han podido determinar el foco del incendio que estuvo a punto de afectar a los inmuebles colindantes.
Carmen, presa de un ataque de nervios, seguía negándose a abandonar la vivienda: «¡Es mi casa! ¡De aquí no salgo!», gritaba a los agentes, que finalmente la evacuaron a la fuerza. La mujer no sufrió quemaduras, por lo que no precisó atención sanitaria.
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