Ecologistas en Acción
La Autoridad Portuaria de Cartagena prosigue en su afán de sancionar a este colectivo por la acción simbólica y pacífica realizada a las puertas de la sede de esta institución el pasado mes de agosto en defensa de los valores ambientales y culturales afectados por el proyecto de instalación de una terminal de contenedores en El Gorguel.
El proceso de sanción a 8 miembros de Ecologistas en Acción por la acción simbólica realizada en la sede de la Autoridad Portuaria de Cartagena sigue en proceso. Desde la asociación se han presentado alegaciones a la propuesta de sanción, que se considera desproporcionada y fuera de toda justificación lógica.
Ecologistas en Acción sólo hizo uso de su derecho y deber de defensa del Medio Ambiente, recogido en el Artículo 45 de la Constitución Española, por lo que está fuera de toda justificación sancionar con cualquier cuantía económica el libre derecho de defensa de los intereses públicos sobre los privados.
Esta asociación se lamenta de la paradoja que supone la rapidez y el empeño de algunas administraciones en sancionar a quienes defienden el Medio Ambiente con acciones simbólicas, mientras no se pone el mismo empeño en perseguir a las empresas que incumplen la legislación ambiental, y se eternizan los plazos para la resolución de los expedientes sancionadores a las mismas, incluso en casos de graves daños al medio ambiente.
Para la asociación ecologista esta propuesta de sanción por parte de la Autoridad Portuaria de Cartagena es también paradójica, ya que si su proyecto de macropuerto en El Gorguel se llevase a cabo, se producirían “daños irreversibles y no subsanables” en el medio ambiente. Ecologistas en Acción recuerda al Presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, D. Adrián Ángel Viudes, que el litoral emergido de esa zona forma parte de la Red Natura 2000. La Sierra de la Fausilla está catalogada como Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC), y se vería muy dañada por la parte logística de la Terminal que se instalaría en este tramo de sierra. Por otro lado, los daños en el medio marino serían evidentes. En esta zona existen praderas de Posidonia oceánica, endemismo del Mediterráneo, catalogadas como hábitat de interés comunitario y que se encuentra en muy buen estado de conservación, así como la presencia de Coral Anaranjado del Mediterráneo. Todo esto unido a los daños cuilturales y socioeconómicos en la zona, y la incompatibilidad de este proyecto con el proyecto de regeneración de la Bahía de Portmán.
Por todo ello, Ecologistas en Acción insta a D. Adrián Ángel Viudes a que cese de una vez por todas en su empeño por llevar a cabo el proyecto de Macropuerto de Contenedores en El Gorguel, y que acabe con su campaña de marketing “verde-social”, que sólo pretende convencer a la ciudadanía de los grandes beneficios del proyecto, pero sin embargo no muestra ni reconoce los graves e irreversibles daños ambientales, culturales y socioeconómicos que produciría el mismo. Es evidente que los impactos son muy negativos para esta zona, y esto provoca el rechazo público y expreso de los vecinos afectados y de diversos colectivos sociales de la zona, además de distintas asociaciones ecologistas y sociales de toda la Región de Murcia.
La Autoridad Portuaria de Cartagena prosigue en su afán de sancionar a este colectivo por la acción simbólica y pacífica realizada a las puertas de la sede de esta institución el pasado mes de agosto en defensa de los valores ambientales y culturales afectados por el proyecto de instalación de una terminal de contenedores en El Gorguel.
El proceso de sanción a 8 miembros de Ecologistas en Acción por la acción simbólica realizada en la sede de la Autoridad Portuaria de Cartagena sigue en proceso. Desde la asociación se han presentado alegaciones a la propuesta de sanción, que se considera desproporcionada y fuera de toda justificación lógica.
Ecologistas en Acción sólo hizo uso de su derecho y deber de defensa del Medio Ambiente, recogido en el Artículo 45 de la Constitución Española, por lo que está fuera de toda justificación sancionar con cualquier cuantía económica el libre derecho de defensa de los intereses públicos sobre los privados.
Esta asociación se lamenta de la paradoja que supone la rapidez y el empeño de algunas administraciones en sancionar a quienes defienden el Medio Ambiente con acciones simbólicas, mientras no se pone el mismo empeño en perseguir a las empresas que incumplen la legislación ambiental, y se eternizan los plazos para la resolución de los expedientes sancionadores a las mismas, incluso en casos de graves daños al medio ambiente.
Para la asociación ecologista esta propuesta de sanción por parte de la Autoridad Portuaria de Cartagena es también paradójica, ya que si su proyecto de macropuerto en El Gorguel se llevase a cabo, se producirían “daños irreversibles y no subsanables” en el medio ambiente. Ecologistas en Acción recuerda al Presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, D. Adrián Ángel Viudes, que el litoral emergido de esa zona forma parte de la Red Natura 2000. La Sierra de la Fausilla está catalogada como Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) y Lugar de Interés Comunitario (LIC), y se vería muy dañada por la parte logística de la Terminal que se instalaría en este tramo de sierra. Por otro lado, los daños en el medio marino serían evidentes. En esta zona existen praderas de Posidonia oceánica, endemismo del Mediterráneo, catalogadas como hábitat de interés comunitario y que se encuentra en muy buen estado de conservación, así como la presencia de Coral Anaranjado del Mediterráneo. Todo esto unido a los daños cuilturales y socioeconómicos en la zona, y la incompatibilidad de este proyecto con el proyecto de regeneración de la Bahía de Portmán.
Por todo ello, Ecologistas en Acción insta a D. Adrián Ángel Viudes a que cese de una vez por todas en su empeño por llevar a cabo el proyecto de Macropuerto de Contenedores en El Gorguel, y que acabe con su campaña de marketing “verde-social”, que sólo pretende convencer a la ciudadanía de los grandes beneficios del proyecto, pero sin embargo no muestra ni reconoce los graves e irreversibles daños ambientales, culturales y socioeconómicos que produciría el mismo. Es evidente que los impactos son muy negativos para esta zona, y esto provoca el rechazo público y expreso de los vecinos afectados y de diversos colectivos sociales de la zona, además de distintas asociaciones ecologistas y sociales de toda la Región de Murcia.
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