La Verdad
La organización Ecologistas en Acción concedió ayer el Premio Atila Región Murciana por su contribución a la destrucción del medio ambiente al Gobierno regional «en pleno» por lo que consideran el «insostenible» modelo de desarrollo que ha impuesto en la Región en los últimos años, «con el que se ha aumentado casi un 200% las emisiones de CO2 (respecto 1990), y que ha generado múltiples impactos negativos».
Los premios, que se concedieron por primera vez en 1992, tienen dos categorías principales (Atila y Caballo de Atila), a las que cada año el jurado se ve obligado a añadir varios accesit debido a la gran cantidad de candidaturas que se reciben.
Por otro lado, el Premio Caballo de Atila 2009 ha sido para el consejero Cerdá «por no reaccionar ante los graves episodios de contaminación del aire que se producen en Cartagena y Murcia, minimizando el problema y justificando en la Asamblea Regional que quien vive cerca de un polígono industrial ya sabe a lo que se expone».
En cuanto a los accésit, el de Actuación más bárbara ha sido para Adrián Angel Viudes, presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, «por la promoción y especial empeño en llevar a cabo el irracional, innecesario y totalmente insostenible proyecto de un macropueto de Contenedores en la Bahía del Gorguel»; y el de Tontería más destacable para el alcalde de Calasparra, Jesús Navarro, y el Consorcio Turístico de Almadenes.
El accésit Mayor presunta malversación de fondos públicos fue para Cespa «por la nefasta gestión de las basuras que realiza, y que genera graves impactos medioambientales y una desconfianza cada vez mayor de la ciudadanía»; y el de Mayor chapuza al alcalde de Blanca, Rafael Laorden, «por su empecinamiento en mantener un vertedero ilegal dentro de una lugar protegido y y no hacer cumplir las reiteradas resoluciones de cierre del mismo».
En esta misma línea, el accésit Marketing verde más hipócrita, nueva categoría, la inaugura el Ayuntamiento de Murcia, ya que «invierte mucho tiempo y dinero en difundir un lavado de cara verde, mientras la realidad y los hechos demuestran las malas prácticas ambientales y nulo compromiso real con la sostenibilidad».
Se trata, a su juicio, de uno de los ayuntamientos «más insostenibles en materia urbanística».
La organización Ecologistas en Acción concedió ayer el Premio Atila Región Murciana por su contribución a la destrucción del medio ambiente al Gobierno regional «en pleno» por lo que consideran el «insostenible» modelo de desarrollo que ha impuesto en la Región en los últimos años, «con el que se ha aumentado casi un 200% las emisiones de CO2 (respecto 1990), y que ha generado múltiples impactos negativos».
Los premios, que se concedieron por primera vez en 1992, tienen dos categorías principales (Atila y Caballo de Atila), a las que cada año el jurado se ve obligado a añadir varios accesit debido a la gran cantidad de candidaturas que se reciben.
Por otro lado, el Premio Caballo de Atila 2009 ha sido para el consejero Cerdá «por no reaccionar ante los graves episodios de contaminación del aire que se producen en Cartagena y Murcia, minimizando el problema y justificando en la Asamblea Regional que quien vive cerca de un polígono industrial ya sabe a lo que se expone».
En cuanto a los accésit, el de Actuación más bárbara ha sido para Adrián Angel Viudes, presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, «por la promoción y especial empeño en llevar a cabo el irracional, innecesario y totalmente insostenible proyecto de un macropueto de Contenedores en la Bahía del Gorguel»; y el de Tontería más destacable para el alcalde de Calasparra, Jesús Navarro, y el Consorcio Turístico de Almadenes.
El accésit Mayor presunta malversación de fondos públicos fue para Cespa «por la nefasta gestión de las basuras que realiza, y que genera graves impactos medioambientales y una desconfianza cada vez mayor de la ciudadanía»; y el de Mayor chapuza al alcalde de Blanca, Rafael Laorden, «por su empecinamiento en mantener un vertedero ilegal dentro de una lugar protegido y y no hacer cumplir las reiteradas resoluciones de cierre del mismo».
En esta misma línea, el accésit Marketing verde más hipócrita, nueva categoría, la inaugura el Ayuntamiento de Murcia, ya que «invierte mucho tiempo y dinero en difundir un lavado de cara verde, mientras la realidad y los hechos demuestran las malas prácticas ambientales y nulo compromiso real con la sostenibilidad».
Se trata, a su juicio, de uno de los ayuntamientos «más insostenibles en materia urbanística».
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