Se elimina el carácter competitivo de la prueba, que tendrá lugar el 4 y 5 de julio
05.06.09 -
ANTONIO GÓMEZ CIEZA/ La Verdad
El descenso del cañón de Almadenes en balsas rústicas, una de las pruebas deportivas más veteranas de la Región, cumple 24 años y lo hace de la misma manera con la que empezó, envuelto en la aventura, en la pasión por la naturaleza y con marchamo de exclusividad. El Grupo de Espeleología Ciezano Atalaya de la OJE ha eliminado el carácter competitivo que introdujo por primera vez en la edición anterior.
Así lo ha anunciado el coordinador del descenso, Pedro Ríos, durante la presentación del cartel anunciador, que este año ha sido diseñado por Manuel Toledo. La prueba fluvial más insólita del Sureste español, que se realizará los días 4 y 5 de julio, combinará barranquismo, natación, trekking acuático y balsas. Ríos confía en que a la cuarta vaya la vencida y que el descenso por el interior del desfiladero pueda hacerse con agua.
La pertinaz sequía lleva cuatro años descafeinando el tramo más espectacular comprendido entre el cañón y la hoya García. El agua vuelve a ser una edición más el único quebradero de cabeza para la organización.
El recorrido, dividido en cinco tramos cronometrados, se iniciará en balsa rústica desde el paraje calasparreño de El Soto hasta la presa de La Mulata. La segunda etapa se realizará en la modalidad de barranquismo hasta el salto de Almadenes. La prueba, además, incluirá un tramo a nado de aproximadamente un kilómetro de distancia desde el salto hasta la hoya García. El cuarto tramo, de aproximadamente 3.700 metros, se cubrirá hasta el salto del Progreso a través de trekking acuático. Por último, se llegará hasta el puente de Hierro.
05.06.09 -
ANTONIO GÓMEZ CIEZA/ La Verdad
El descenso del cañón de Almadenes en balsas rústicas, una de las pruebas deportivas más veteranas de la Región, cumple 24 años y lo hace de la misma manera con la que empezó, envuelto en la aventura, en la pasión por la naturaleza y con marchamo de exclusividad. El Grupo de Espeleología Ciezano Atalaya de la OJE ha eliminado el carácter competitivo que introdujo por primera vez en la edición anterior.
Así lo ha anunciado el coordinador del descenso, Pedro Ríos, durante la presentación del cartel anunciador, que este año ha sido diseñado por Manuel Toledo. La prueba fluvial más insólita del Sureste español, que se realizará los días 4 y 5 de julio, combinará barranquismo, natación, trekking acuático y balsas. Ríos confía en que a la cuarta vaya la vencida y que el descenso por el interior del desfiladero pueda hacerse con agua.
La pertinaz sequía lleva cuatro años descafeinando el tramo más espectacular comprendido entre el cañón y la hoya García. El agua vuelve a ser una edición más el único quebradero de cabeza para la organización.
El recorrido, dividido en cinco tramos cronometrados, se iniciará en balsa rústica desde el paraje calasparreño de El Soto hasta la presa de La Mulata. La segunda etapa se realizará en la modalidad de barranquismo hasta el salto de Almadenes. La prueba, además, incluirá un tramo a nado de aproximadamente un kilómetro de distancia desde el salto hasta la hoya García. El cuarto tramo, de aproximadamente 3.700 metros, se cubrirá hasta el salto del Progreso a través de trekking acuático. Por último, se llegará hasta el puente de Hierro.
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