Isabal Mateo/ Jumilla/ La Verdad
El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Enrique Ujaldón, hacia entrega ayer a la concejala de Cultura del ayuntamiento de Jumilla, Juana Guardiola, la imagen restaurada de Santa Catalina de Alejandría. La imagen, es actualmente una de las tallas más antigua que se conserva en Jumilla, de autor anónimo, fechado a mitad del siglo XVI y propiedad municipal. Procede de la actual ermita del Cementerio Municipal, hasta la primera década de los años 70 que fue trasladada al Museo Municipal de plaza de la Constitución, debido a la restauración de la ermita y sustitución de la imagen por una moderna, procedente de los talleres de Olot.
La escultura es una talla en madera policromada y dorada que representa a Santa Catalina de Antioquia, con unas dimensiones de 117 cm. de altura, tiene a sus pies un busto del emperador Majencio, sujetando en su mano izquierda una media rueda dentada con puntas de hierro y en su mano derecha le falta una pluma por sus estudios de filosofía y la conversión al cristianismos de cincuenta eruditos, o una espada como símbolo de su muerte por decapitación; y presentaba importantes deterioros.
El director general de Bellas Artes y Bienes Culturales, Enrique Ujaldón, hacia entrega ayer a la concejala de Cultura del ayuntamiento de Jumilla, Juana Guardiola, la imagen restaurada de Santa Catalina de Alejandría. La imagen, es actualmente una de las tallas más antigua que se conserva en Jumilla, de autor anónimo, fechado a mitad del siglo XVI y propiedad municipal. Procede de la actual ermita del Cementerio Municipal, hasta la primera década de los años 70 que fue trasladada al Museo Municipal de plaza de la Constitución, debido a la restauración de la ermita y sustitución de la imagen por una moderna, procedente de los talleres de Olot.
La escultura es una talla en madera policromada y dorada que representa a Santa Catalina de Antioquia, con unas dimensiones de 117 cm. de altura, tiene a sus pies un busto del emperador Majencio, sujetando en su mano izquierda una media rueda dentada con puntas de hierro y en su mano derecha le falta una pluma por sus estudios de filosofía y la conversión al cristianismos de cincuenta eruditos, o una espada como símbolo de su muerte por decapitación; y presentaba importantes deterioros.
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