El Ayuntamiento ha pagado a Aqualia 59.000 euros en dos años por no alcanzar al consumo mínimo contratado
ISMAEL MATEO SANTOMERA/ la Verdad
ISMAEL MATEO SANTOMERA/ la Verdad
«Es de esas cosas que nadie entiende», afirma indignado el alcalde, José María Sánchez. Y es que ahorrar agua en Santomera puede resultar muy caro. Tanto como unos 59.000 euros en los dos últimos años, según los números hechos públicos ayer por el primer edil. ¿Por qué?
Hace cinco años, la corporación presidida por el socialista José Antonio Gil concedió a Aqualia la gestión del servicio de agua potable y alcantarillado del municipio. El contrato, con una vigencia de 25 años, contemplaba una cláusula de mínimos para el consumo, que debía ir incrementándose en un 2% cada año. Así, si se preveía un consumo mínimo de 1.512.591 para el año pasado. En caso contrario, el Ayuntamiento debería compensar a la empresa suministradora con 0,192217 euros por cada metro cúbico no consumido.
Resulta que, lejos de incrementarse, el consumo de agua se ha ido reduciendo en los últimos años, según el equipo de gobierno-. Por no llegar al mínimo contratado para 2007, el Ayuntamiento tuvo que pagar 25.000 euros; el año pasado, la cantidad fue de 34.000 euros. En sus previsiones más pesimistas, el alcalde apunta que las indemnizaciones en el futuro podrán rondar los 90.000 euros anuales, «porque seguiremos gastando menos». «El contrato penaliza el esfuerzo que hacen los vecinos y el Ayuntamiento por ahorrar agua», afirma Sánchez. «Es un contrasentido con lo que representa el agua en la Región y nuestro municipio; cuanto menos agua consumamos, más tenemos que pagarle a Aqualia».
Para más inri, el alcalde recuerda que ya cuando se firmó el contrato su grupo político, el PP, se mostró en desacuerdo y denunció su «adjudicación a dedo» y las «pésimas condiciones» de la oferta finalmente aceptada. «El Ayuntamiento recogió 400 millones de pesetas, que se gastó la anterior corporación, pero con este contrato nos dejó una carga enorme», sentencia.
Hace cinco años, la corporación presidida por el socialista José Antonio Gil concedió a Aqualia la gestión del servicio de agua potable y alcantarillado del municipio. El contrato, con una vigencia de 25 años, contemplaba una cláusula de mínimos para el consumo, que debía ir incrementándose en un 2% cada año. Así, si se preveía un consumo mínimo de 1.512.591 para el año pasado. En caso contrario, el Ayuntamiento debería compensar a la empresa suministradora con 0,192217 euros por cada metro cúbico no consumido.
Resulta que, lejos de incrementarse, el consumo de agua se ha ido reduciendo en los últimos años, según el equipo de gobierno-. Por no llegar al mínimo contratado para 2007, el Ayuntamiento tuvo que pagar 25.000 euros; el año pasado, la cantidad fue de 34.000 euros. En sus previsiones más pesimistas, el alcalde apunta que las indemnizaciones en el futuro podrán rondar los 90.000 euros anuales, «porque seguiremos gastando menos». «El contrato penaliza el esfuerzo que hacen los vecinos y el Ayuntamiento por ahorrar agua», afirma Sánchez. «Es un contrasentido con lo que representa el agua en la Región y nuestro municipio; cuanto menos agua consumamos, más tenemos que pagarle a Aqualia».
Para más inri, el alcalde recuerda que ya cuando se firmó el contrato su grupo político, el PP, se mostró en desacuerdo y denunció su «adjudicación a dedo» y las «pésimas condiciones» de la oferta finalmente aceptada. «El Ayuntamiento recogió 400 millones de pesetas, que se gastó la anterior corporación, pero con este contrato nos dejó una carga enorme», sentencia.
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