Casi el 90% de la plantilla votó a favor del documento, que faculta a ambas partesa revisar el sistema de incentivos cuya implantación provocó el conflicto
14.05.09 -
P. ESPADAS / G. HERMIDA
ALHAMA / MURCIA/ La Verdad
14.05.09 -
P. ESPADAS / G. HERMIDA
ALHAMA / MURCIA/ La Verdad
La segunda huelga en la historia de ElPozo acabó ayer tras ratificar la asamblea de trabajadores el acuerdo con la empresa surgido de una reunión que terminó pasadas las 16 horas de ayer, y que fue continuación de la que la noche del martes se prolongó hasta las dos de la madrugada. El acuerdo paraliza la radicalización del conflicto, que ayer iba a tener un punto caliente en una manifestación entre el Ayuntamiento y la puerta de la factoría de ElPozo.
Los principales puntos del acuerdo se refieren a la modificación del sistema de incentivos. La empresa y el comité han acordado no implantar hasta que sean revisadas por ambas partes «basándose en los principios y criterios en que se han inspirado empresa y representación de los trabajadores en el pasado». Sobre las tasas de productividad ya implantadas, el acuerdo estipula que «se revisarán aquellas en las que no haya conformidad». Dicha revisión -que tiene un plazo de un mes- será realizada por el departamento de Métodos y Tiempos y las personas designadas por el comité de empresa. En caso de detectarse algún error en la medición se rectificará el valor aplicado, abonándose con efecto retroactivo desde su implantación las diferencias con el nuevo valor. Los trabajadores actuales cobrarán la media de la sección a la que pertenezcan.
Respecto a la situación de incapacidad temporal derivada de enfermedad profesional, los trabajadores percibirán, como mejora de las prestaciones de la Seguridad Social, el mismo complemento que para la incapacidad temporal por accidente de trabajo. El acuerdo contempla también que «los trabajadores con contrato en vigor, con posibilidad de prórroga, serán prorrogados siempre que la producción lo permita y en caso contrario tendrán preferencia para ser nuevamente contratados».
Como firmantes del documento aparecen por la empresa Manuel García y Guillermo Martínez, mientras que el comité firma en pleno con Antonio Muñoz a la cabeza. También aparecen Santiago Navarro de Comisiones Obreras y Felipe García por UGT.
La inmensa mayoría de los empleados (el 88,87%, 1.804 sufragios) votaron a favor del acuerdo y a volver a sus puestos de trabajo, poniendo fin así al conflicto, que amenazaba con paralizar el grupo y hacerle perder cuota de mercado. La empresa no quiso valorar sus pérdidas por estos días de paro, pero se estima que se han dejado de sacrificar más de 30.000 cerdos.
El comité de empresa emprende ahora la lucha por evitar que cada uno de los casi tres días de huelga le cueste a cada trabajador que la secundó 120 euros por día.
La empresa destacó su «voluntad de diálogo» y tachó de «desagradable trance, que nunca debería haberse producido» la huelga, así como que «se continuará trabajando para el progreso de la compañía y para la mejora de beneficios que redunden en el progreso de cada una de las personas que forman parte de esta multinacional líder con más de cincuenta años de existencia».
Los principales puntos del acuerdo se refieren a la modificación del sistema de incentivos. La empresa y el comité han acordado no implantar hasta que sean revisadas por ambas partes «basándose en los principios y criterios en que se han inspirado empresa y representación de los trabajadores en el pasado». Sobre las tasas de productividad ya implantadas, el acuerdo estipula que «se revisarán aquellas en las que no haya conformidad». Dicha revisión -que tiene un plazo de un mes- será realizada por el departamento de Métodos y Tiempos y las personas designadas por el comité de empresa. En caso de detectarse algún error en la medición se rectificará el valor aplicado, abonándose con efecto retroactivo desde su implantación las diferencias con el nuevo valor. Los trabajadores actuales cobrarán la media de la sección a la que pertenezcan.
Respecto a la situación de incapacidad temporal derivada de enfermedad profesional, los trabajadores percibirán, como mejora de las prestaciones de la Seguridad Social, el mismo complemento que para la incapacidad temporal por accidente de trabajo. El acuerdo contempla también que «los trabajadores con contrato en vigor, con posibilidad de prórroga, serán prorrogados siempre que la producción lo permita y en caso contrario tendrán preferencia para ser nuevamente contratados».
Como firmantes del documento aparecen por la empresa Manuel García y Guillermo Martínez, mientras que el comité firma en pleno con Antonio Muñoz a la cabeza. También aparecen Santiago Navarro de Comisiones Obreras y Felipe García por UGT.
La inmensa mayoría de los empleados (el 88,87%, 1.804 sufragios) votaron a favor del acuerdo y a volver a sus puestos de trabajo, poniendo fin así al conflicto, que amenazaba con paralizar el grupo y hacerle perder cuota de mercado. La empresa no quiso valorar sus pérdidas por estos días de paro, pero se estima que se han dejado de sacrificar más de 30.000 cerdos.
El comité de empresa emprende ahora la lucha por evitar que cada uno de los casi tres días de huelga le cueste a cada trabajador que la secundó 120 euros por día.
La empresa destacó su «voluntad de diálogo» y tachó de «desagradable trance, que nunca debería haberse producido» la huelga, así como que «se continuará trabajando para el progreso de la compañía y para la mejora de beneficios que redunden en el progreso de cada una de las personas que forman parte de esta multinacional líder con más de cincuenta años de existencia».
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