jueves, 11 de octubre de 2012

JUMILLA/ Un hombre y su hija fallecen en el acto en un choque frontal con un camión

La Verdad

Onofre y su pequeña Natalia jamás llegarán a su destino. Sus vidas fueron el peor saldo que se pudo cobrar el accidente de tráfico que ayer se produjo en el kilómetro 17 de la RM-423, donde un Audi A-4 de gama alta colisionó frontalmente con un camión de gran tonelaje. Allí, la muerte salió al encuentro de este conductor, de 38 años, y de su hija, de 9 años, que perdieron la vida frente al campo de fútbol Nuevo Saladar de Fortuna.
La sangre de las dos víctimas se entremezclaba con los restos del turismo, esparcidos por la antigua comarcal 32-23. Todo apunta a que el vehículo se metió debajo del camión y salió despedido contra el quitamiedos, donde quedó literalmente empotrado. A resultas del encontronazo, el coche perdió el techo, el morro y el salpicadero. El conductor, Onofre Castillo, vecino de Las Torres de Cotillas, yacía sin vida fuera del vehículo, pegado a la puerta del conductor.
Su hija, también natural de Las Torres, salió despedida del coche unos diez metros, hasta quedar tendida sobre el arcén. Hasta el lugar del siniestro se desplazaron efectivos de la Policía Local y de Protección Civil de Fortuna, además de la Guardia Civil y tres ambulancias.
Los sanitarios trataron de reanimar sin éxito a la niña. Por lo que se refiere a su padre, nada más llegar a la RM-423, ni siquiera pudieron intentarlo, ya que el cuerpo estaba destrozado. Un miembro de Protección Civil reconocía que «jamás he visto un accidente así». De hecho, los primeros indicios apuntan a que los dos ocupantes del vehículo murieron en el acto, tras impactar contra el camión que viajaba cargado de áridos.
Según la Guardia Civil de Tráfico, «la colisión fue frontal; parece que el coche invadió el carril contrario». El camión circulaba procedente de la carretera de Pinoso en dirección Murcia, y el coche, en sentido contrario. La investigación pericial determinará si la invasión del carril se produjo fruto de un despiste, una cabezada o un exceso de velocidad. La Policía Local ayer apuntó que también «se investigará si la menor llevaba puesto el cinturón, debido a la distancia que existía entre el cuerpo y el turismo».
«El coche se me vino encima»
Fuentes de la Policía Local explicaron que el conductor del camión, M.S.B., natural de Roldán, afirmó que «el coche se me vino encima. Me fui al arcén, pero fue demasiado tarde». Este chófer no tuvo que recibir atención médica, pero presentaba un fuerte estado de 'shock'.
El tráfico quedó interrumpido varias horas, mientras una grúa retiraba el camión y el Audí reducido a un amasijo de hierros. Una anécdota, comparado con el dolor que invade desde ayer a la familia de Onofre y la pequeña Natalia.

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