CARM
Las aves rapaces ingresaron con emaciación importante, una marcada debilidad, así como una fuerte deshidratación y desnutrición
Los técnicos de la Dirección General de Medio Ambiente, dependiente
de la Consejería de Presidencia, han soltado en Caravaca de la Cruz dos
ejemplares jóvenes de buitre leonado (Gyps fulvus) que fueron atendidos
de sus patologías en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre 'El
Valle'.
Los animales fueron encontrados en los términos municipales de Puerto
Lumbreras y Yecla con síntomas de deshidratación y debilidad,
consecuencia de su corta edad e inexperiencia para salvar con éxito los
largos vuelos que realiza la especie durante las migraciones y la
búsqueda de alimento.
A causa del agotamiento, volaban de forma irregular y esto aumentaba
las posibilidades de sufrir accidentes de diversa consideración que
hubiesen podido agravar su estado.
Uno de los ejemplares fue localizado por varios ciudadanos en la
orilla de la autovía A-7, en el entorno del paraje de Los Casarejos,
quienes alertaron a la Guardia Civil de Puerto Lumbreras para su entrega
a los profesionales del servicio de recogidas del Centro de
Recuperación de Fauna Silvestre.
El otro joven buitre leonado, que estaba muy débil y con las alas
caídas, fue rescatado por un particular en el paraje yeclano de Casa del
Cura, quien lo entregó a los técnicos del Centro para su
rehabilitación.
Las aves rapaces ingresaron aquejadas de una emaciación importante,
una marcada debilidad, al tiempo que presentaban una fuerte
deshidratación y desnutrición.
Tras un período de estandarización y rápida recuperación, cinco
semanas después los animales han podido volver a su medio natural desde
la Sierra de Mojantes, perteneciente a Caravaca de la Cruz, tras un
marcaje con anilla metálica.
Sus características
El buitre leonado es una rapaz diurna y carroñera de gran tamaño y
que puede alcanzar una longitud de hasta 110 centímetros y una
envergadura de 250 a 280 centímetros. Se alimenta de carroña, la mayoría
de las ocasiones en descomposición, y otras en fase incipiente.
Su plumaje es de color pardo claro en el dorso, el vientre y la
franja anterior de las alas, excepto las plumas alares y de la cola, que
son pardas oscuras. Su principal rasgo es su cabeza y cuello sin
plumas, recubiertos de un fino plumón blanco. Las patas son de color
gris plomo.
Las causas más frecuentes del ingreso de este tipo de ejemplares en
el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre 'El Valle' suelen ser los
accidentes producidos durante los largos vuelos que realizan en busca de
alimento. La desnutrición y el agotamiento que sufren durante las
migraciones provocan colisiones contra infraestructuras o vehículos y
también enganches en vallas.
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