miércoles, 4 de julio de 2012

AGUILAS/ «Necesitamos urgentemente 4.000 plazas en hoteles de cuatro estrellas»

Bartolomé Hernández Giménez Alcalde de Águilas 
El regidor afirma que aumentar la oferta de alojamientos «es la única forma de acceder a los touroperadores de calidad y lograr que la ciudad se convierta en un destino obligado de convenciones»
La Verdad
Es su segunda incursión en la política, ya que fue concejal de Urbanismo hasta 2003. Se lo pensó mucho antes de aceptar encabezar la candidatura del Partido Popular a las elecciones municipales del pasado año. «Perdí tres kilos y medio mientras tomaba la decisión. Sabía que era un reto importante y quería tener muy claro que era capaz de hacer frente a todas las vicisitudes que se me iban a plantear. No quería fallar a mi pueblo, a mis paisanos...».
Entre sus principales proyectos están conseguir ampliar 4.000 plazas en hoteles de cuatro estrellas. Es, según asegura, «la única forma de acceder a los touroperadores de calidad». El desbloqueo del Plan General de Ordenación Urbana, la creación de nuevas industrias no contaminantes y un recinto ferial, son otros de los retos más inmediatos.
-Ha pasado un año desde que se hizo con el sillón de la Alcaldía, ¿cómo han sido estos doce meses?
-Difíciles. Muy complicados sobre todo los primeros seis meses, ya que había que hacerse con la situación y la crisis actual no ayuda. Estamos atravesando el peor momento económico a nivel mundial y Águilas no es ajena a todo ello. Pero hemos conseguido bajar la deuda con bancos y proveedores. No tenemos problemas de liquidez. Somos un Ayuntamiento poco endeudado y cualquier banco nos daría dinero si lo necesitásemos en cualquier momento, aunque solo gastaremos lo que recaudemos.
-El campo, ¿sigue siendo el motor de la economía aguileña?
-Sí, nuestra principal economía sigue siendo la agricultura, aunque cada vez más se está diversificando. El turismo está jugando ya un papel fundamental y queremos que aún sea mucho más importante. La pesca, por supuesto, también sigue siendo un puntal, aunque cada vez menos. También queremos ser un municipio industrial.
-Sin embargo, para conseguir ser un destino turístico siguen contando con escasas plazas hosteleras...
-Es cierto. Necesitamos urgentemente 4.000 plazas en hoteles de cuatro estrellas. Es la única forma de acceder a los touroperadores de calidad y conseguir que la ciudad se convierta en un destino obligado de convenciones. Tenemos un magnífico palacio de congresos y necesitamos hoteles para poder acoger a los potenciales clientes de esa infraestructura.
-La solución parece que se plantea difícil, ya que con la actual situación de crisis pocos se lanzarán a invertir en infraestructuras hosteleras.
-Es cierto que es muy complicado que en estos momentos alguien invierta en un hotel con la crisis económica en que nos encontramos, pero hay grandes cadenas que siguen trabajando en sus futuras expansiones. Queremos que entre sus pretensiones para los próximos años esté nuestra ciudad. Hay conversaciones muy avanzadas con varias de ellas. La crisis tocará a su fin pronto y nosotros queremos ser uno de los primeros lugares a tener en cuenta por estas compañías para sus planes de expansión.
-¿Qué ofrece Águilas para que deban tenerla en cuenta?
-La posibilidad de contar con complejos en primera línea de playa. A ello, se suma un clima excepcional, un palacio de congresos de gran capacidad, instalaciones deportivas, puertos, museos, actividades culturales, de buceo, pesca...
-¿Qué papel juega la industria en el municipio?
-Águilas adolece de industrias, una situación que queremos que cambie. Apostamos por la apertura de fábricas no contaminantes en la línea de productos ecológicos tan de moda en estos momentos. Trabajamos en la implantación en el municipio de una conservera moderna, cuyos productos se diferencien de lo que hay en el mercado, lo que le aportará un valor añadido.
-¿Tienen previsto espacios para la implantación de esas industrias?
-Estamos intentando desbloquear el Plan General de Ordenación Urbana, parado desde hace seis años. Nos propiciará la creación de espacios suficientes para esas industrias. Vamos por buen camino, por lo que esperamos en breve espacio de tiempo poder contar con esa herramienta que nos marcará el futuro urbanístico del municipio.
-El espacio destinado a cultivo, ¿ha descendido?
-No, todo lo contrario, ha aumentado en lo relativo a la lechuga y el arbolado. Por el contrario, hay menos tomate, porque los precios son bajos y hay que hacer frente a un alto coste del agua. El precio que se paga aquí por el agua es el doble que en otros pueblos. Se llega a pagar hasta ocho y diez veces más que en otras zonas de España, algo sangrante.
-Aspiran a convertirse en una ciudad turística de convenciones. ¿Desechan el turismo residencial?
-No, no descartamos el turismo residencial, lo que ocurre es que estamos trabajando en la línea de ampliar el número de hoteles y contar con plazas suficientes que nos aporten turistas no solo en verano, sino también en otoño e invierno. El turismo residencial sigue creciendo. Le recuerdo que somos destino de numerosos madrileños que tienen aquí su residencia.
-Los lorquinos también se han multiplicado en el último año tras los terremotos. Muchos incluso residen en Águilas de forma permanente.
-Es una situación puntual. Muchas familias viven en su segunda residencia en Águilas mientras reconstruyen su casa de Lorca, dañada por los terremotos. Cada vez son menos, ya que han ido regresando poco a poco. Les hemos acogido en unos momentos muy difíciles. Sé que muchos aguileños han cedido sus casas gustosamente. Hemos ayudado a los lorquinos como ellos nos habrían ayudado a nosotros de encontrarnos en una situación similar.
-¿Qué otros proyectos tienen previstos?
-Después del verano comenzarán las obras en la Plaza Doctor Fortún. También las de una escuela infantil, un paseo hasta la Farola, la inauguración del Centro de Interpretación del Mar y la construcción de un aparcamiento para 500 o 600 vehículos en el solar de Renfe, además de la construcción de un recinto ferial. Esos son los más inmediatos, aunque hay más.

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