CIEZA/ El fuego pone otra vez en peligro el paraje de El Menjú

La actuación de tres helicópteros logra reducir a 5.000 metros cuadrados la superficie quemada, sobre todo monte bajo y matorral 

10.10.11 - 01:35 - 

ANTONIO GÓMEZ |/ la Verdad

Lo que antaño fueran idílicos jardines y prosperas casas de campo a orillas del Segura, con el paso del tiempo se convirtieron en ruinas, huertos abandonados, vestigios de acequias y vertidos por todas partes. El paraje de El Menjú, a caballo entre Cieza y Abarán, fue castigado de nuevo ayer por la tarde por un incendio forestal, que esta vez afectó a unos 5.000 metros cuadrados de cañas, matorral y monte bajo.

Inmediatamente se puso en marcha el Plan Infomur y los bomberos del Consorcio de Extinción de Incendios, apoyados por los tres helicópteros de emergencias de la Comunidad Autónoma, lograron controlar el fuego hacia las tres de la tarde. El incendio se declaraba un hora antes en el margen derecho del citado paraje natural, teniendo que participar las brigadas helitransportadas, debido a la inaccesibilidad por vía terrestre del barranco de San Pablo, donde se originó el fuego.

Asimismo, al lugar acudieron un técnico de extinción, agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, así como las Brigadas Forestales de Extinción y un Vehículo de Intervención Rápida. Finalmente, la rápida intervención de los medios desplazados ha propiciado que el incendio quedara controlado en apenas una hora, aunque en el lugar continúan las labores de extinción.

Un gran incendio en 2005

En 2005, esta joya natural y paisajística ya sufrió un importante incendio que devoró parte de su arbolado. Desde entonces, varios han sido los conatos, aunque de menor relevancia, que han castigado esta zona.

El Ministerio de Medio Ambiente dio un paso para poner en valor la finca, propiedad en parte de la Confederación Hidrográfica del Segura y de particulares, intentando recuperar la titularidad del aprovechamiento hidroeléctrico de la zona, en la que se ubicaba una central, abriendo un expediente para la posible extinción de los derechos de explotación del mismo. Después, nunca más se supo y el paraje continúa hoy a merced de la maleza.