La Verdad
La cristalera de atrás del quiosco en el jardín de la Constitución, que desde la Transición muestra al público todo la oferta de revistas eróticas, tiene echada la persiana desde el pasado sábado. De momento, ni rastro de un sólo pecho femenino, ni un torso masculino. Y es que el dueño del quiosco, Pepe, no quiere «más líos» con la Policía Local.
El próximo jueves, cuatro policías deberán responder en un juicio rápido a la denuncia interpuesta por su hija, Alicia, «por abuso de autoridad». Este fin de semana, una pareja de agentes instó a Alicia a retirar todas las revistas «atendiendo a Ley de Protección del Menor». Este requerimiento empieza a ser común, ya que en noviembre de 2010 en otro quiosco de Entrevías, su propietario, Jesús Sánchez, accedió a retirar todo el material erótico de su trasera.
Pero la petición de los agentes en el quiosco del jardín de la Constitución derivó en enfrentamiento entre la quiosquera y la Policía. Según figura en la declaración de Alicia, un agente afirmó que «las vas a quitar porque me sale a mí de los cojones». Pepe afirma que «esto no ocurría ni en la dictadura» y mantiene que las revistas «son eróticas, no pornográficas», por lo que no están sujetas a la normativa invocada.
Los agentes han presentado a su vez denuncia por resistencia a la autoridad contra Alicia, quien fue atendida en Urgencias por un ataque de ansiedad, según el parte médico. El área de Seguridad Ciudadana ha abierto una «investigación interna para aclarar la actuación policial», según avanzó ayer la edil Mónica García, concluyendo que «la resolución judicial será determinante a la hora de adoptar alguna acción con los agentes».
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