CLAUDIO CABALLERO/ la Opinión
El municipio de Abarán vive en la jornada de hoy su segundo día de luto oficial decretado a última hora del domingo por el alcalde, Antonio Eugenio Gómez, tras la muerte en la madrugada del domingo de dos vecinos de la localidad en un accidente en la autovía A-30. Ayer recibieron cristiana sepultura Antonio P. R. de 36 años y Francisco G. M. de 35, en unas honras fúnebres que resultaron multitudinarias. Antonio era muy conocido en el pueblo al ser uno de los encargados de la exportadora frutícola Frutas Esther. Durante su entierro, que tuvo lugar al mediodía de ayer lunes, compañeros, amigos y familiares protagonizaron escenas de recuerdo hacia este joven trabajador. Por su parte, Francisco fue despedido, también multitudinariamente, a las cinco de la tarde, recibiendo igualmente cristiana sepultura en el cementerio de Abarán.
Ayer, la localidad vivió una jornada de consternación y sus vecinos no hablaban sino del brutal accidente en el que, además de los dos fallecidos, resultaron heridas otras tres personas más. Una de ellas aún se encuentra ingresada en estado grave en el hospital Morales Meseguer de Murcia.
Según la Guardia Civil de Tráfico, el accidente se produjo a las 4.15 horas en la autovía, cerca del desvío para incorporarse a la carretera de Blanca, donde el coche, un Citroën AX que iba circulando en sentido contrario al que le correspondía, chocó con otro vehículo, un Citroën C4 que sí circulaba por el carril adecuado. Posteriormente, otro tercer vehículo se vio involucrado al chocar con uno de los camiones de bomberos que fueron a auxiliar. Afortunadamente, su conductor resultó ileso.


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