domingo, 21 de febrero de 2010

MURCIA/ Un incendio en una casa de La Ñora provoca un muerto y un herido


Varios familiares de la víctima, que se encontraban en la vivienda en el momento de suceso, sólo llegaron a ver cómo Emilio Rodríguez Amante «estaba envuelto en llamas». Un cigarro parece ser el culpable
21.02.10 - 01:28 -
D. VIDAL MURCIA / La Verdad


Emilio se fumó ayer su último cigarrillo, el que acabó con su vida. Esa es, al menos, la hipótesis principal que barajaban a última hora de la noche los cuerpos de Seguridad para explicar el incendio que se declaró, sobre las 21.30 horas de ayer, en una vivienda de la pedanía murciana de La Ñora. El fuego acabó con la vida de Emilio Rodríguez Amante, de unos 60 años de edad, y con su hermano pequeño en el hospital por una grave intoxicación de humo.
El aviso del fuego lo daba una de las familiares al teléfono único de emergencias 112. Hasta el lugar se desplazaron varias unidades de la Policía Local, de la Policía Nacional y de Bomberos, que sofocaron en poco tiempo las llamas que habían devorado la habitación en la que descansaba Emilio y la propia vida de Emilio, por la que nada pudieron hacer los servicios de emergencia desplazados hasta el lugar.
En un principio las versiones eran contradictorias en la calle El Parra, en la que decenas de vecinos se agolpaban en torno al cordón establecido por los agentes del 092. Según la sobrina del fallecido, con la que anoche habló este periódico, todo se debió a «un chispazo de la luz». Tal y como explica esta familiar, «mi tío se ha quedado ardiendo en su cuarto. Estábamos varias personas en el salón y de repente se desconectó la luz. Lo digo porque ha sido así. Estábamos todos dentro y se ha desconectado la luz. Entonces me asomo por curiosidad al cuarto, porque estaba oliendo a quemado, y era mi tío que estaba prendiéndose fuego dentro de la cama. Ardiendo, el hombre. Estaba todo lleno de humo... Sólo hemos podido ver cómo estaba envuelto en llamas».
Al preguntar cómo es posible que un hombre prenda en llamas a raíz de un cortocircuito, la mujer explicó que «tenía a lo mejor una radio encendida, una radio o algún aparato que tenía encendido... Estaba acostado, estaba durmiendo en la cama, pero cuando le hemos visto, porque olía a quemado, el hombre ya se estaba quemando...».
Emilio Rodríguez Amante era el mayor de cinco hermanos, todos muy ligados a Murcia. Una familia que, según algunos vecinos consultados por este periódico, «era normal, sin más problemas que los económicos, los que tiene todo el mundo». Según esas mismas fuentes, Emilio, como sus hermanos, no disponía de muchos recursos. De hecho, el propio fallecido subsistía con una pensión muy escasa que apenas le daba para cubrir los gastos corrientes. Pese a todo, «el hombre era simpático, un vecino normal que hablaba con la gente y que no daba ningún problema».
El propio hermano de Emilio aseguraba con una sorprendente serenidad ayer por la noche, poco después de la tragedia que se había llevado por delante a un miembro de la familia, que «era una muy buena persona; le queríamos mucho. No sabemos cómo ha podido pasar esto».
La primera teoría que se plantean los miembros de los cuerpos de Seguridad que se desplazaron hasta la vivienda a la hora de explicar la muerte de Emilio, lejos de la de un cortocircuito fulminante, es la de que la víctima se quedó dormido en la cama con un cigarro encendido. Sin embargo, serán los especialistas de la Policía los que determinen exactamente la causa del siniestro.

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