La Verdad
La lluvia no pudo con la ilusión de los niños por entregar sus cartas a los Emisarios de los Reyes Magos. Como estaba previsto, los Reyes Magos llegaron a las cinco de la tarde a la casa consistorial, en cuya escalinata atendieron y recibieron las cartas de cientos de niños que se acercaron a saludarlos. El séquito real se situó en el interior del edificio, con el fin de que la lluvia no pudiera interrumpir el mágico momento.
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