La Verdad
Seis novillos y un galgo corrieron ayer el tercer encierro de Calasparra. Y es que un espontáneo tuvo la ocurrencia de soltar un perro en el encierro, aunque la gamberrada no tuvo consecuencias. Los seis novillos de Concha y Sierra tardaron dos minutos y 32 segundos en recorrer los 900 metros entre Constitución y el coso de La Caverina. Al coincidir el encierro con fin de semana, fueron unas 30.000 personas las que abarrotaron el recorrido, en el que participaron más corredores de otras comunidades.
El encierro fue lento, accidentado (los toros se pegaron entre sí) y terminó con una mujer herida con un hematoma en la frente que no llegó a pasar por enfermería. Después hubo varios sustos, pero sin consecuencias. Esta mañana se presenta un encierro con otro hueso duro de roer: toros de Escolar Gil, procedencia Albaserrada, idénticos a los vitorinos. Como es domingo, se espera la afluencia, de nuevo, de muchos visitantes.
El encierro fue lento, accidentado (los toros se pegaron entre sí) y terminó con una mujer herida con un hematoma en la frente que no llegó a pasar por enfermería. Después hubo varios sustos, pero sin consecuencias. Esta mañana se presenta un encierro con otro hueso duro de roer: toros de Escolar Gil, procedencia Albaserrada, idénticos a los vitorinos. Como es domingo, se espera la afluencia, de nuevo, de muchos visitantes.
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