MURCIA, 26 May. (EUROPA PRESS) -
La consejera de Sanidad y Consumo de Murcia, María Ángeles Palacios, avanzó este martes que los nuevos hospitales del Mar Menor y de Cartagena "estarán en marcha" a finales del año 2010, tal como expuso en el encuentro 'Evolución y futuro próximo de las infraestructuras Sanitarias de España'.
Así, la consejera confía en que las obras de ambos hospitales estén terminadas en febrero de ese año, para después abrir sus puertas. Además, defendió el funcionamiento de la empresa Gestora de Infraestructuras Sanitarias de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (Giscarmsa), "una sociedad mercantil regional con capital enteramente público", creada en 2005 y encargada de la construcción de ambos edificios.
En este sentido, adelantó que Giscarmsa también se encargará de la construcción del hospital materno infantil de la Arrixaca, de la escuela de enfermería (no iniciada aún) y de nuevos centros de salud de la zona. "Creemos en lo público", afirmó Palacios, y matizó que "de todas maneras" los proveedores de servicios de salud siguen siendo privados, "aunque la empresa que gestione sea pública".
Además, insistió en la eficiencia del modelo de gestión sanitario de Murcia, y destacó que, una vez inaugurados los nuevos hospitales de Cartagena y Mar Menor, Giscarmsa también se ocupará de la mantención del edificio y la explotación de servicios comerciales "no sanitarios" (lavandería, desinfección, limpieza y otros).
Ante la próxima aplicación de esas tareas de gestión de la empresa pública, la consejera se declaró "optimista", aunque admitió que al principio el modelo "será costoso" de implantar porque los gerentes de los hospitales "están acostumbrados a llevarlo todo, desde que esté limpio el edificio hasta que la comida llegue bien" y ahora "sólo se ocuparán del paciente".
Asimismo, aseguró que Giscarmsa, como única empresa responsable, deberá "dar explicaciones" de su gestión y de la contratación de proveedores. Ese control se llevará a cabo a través de un "sistema de penalización" en el pago de la renta a la empresa cuando se encuentren fallos de calidad en al prestación del servicio. Aclaró, también, que los servicios complementarios que Giscarmsa contrate se seleccionarán mediante licitación pública.
Finalmente, destacó que la financiación de las obras de Cartagena y Mar Menor se logró a través de un crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que aportó 150 millones de euros, de la misma Giscarmsa (50 millones) y que "se está negociando" la financiación de la deuda comercial subordinada (35 millones). En este punto, explicó que en el caso de endeudamiento la deuda de Giscarmsa es "de la comunidad autónoma".
En el cierre, defendió el modelo murciano como "una nueva fórmula de gestionar hospitales", que asegura la "eficiencia" porque da prioridad a que los prestadores de salud sólo tengan que dedicarse "a lo que saben hacer". Asimismo, anunció que esperan "en breve" poner en funcionamiento una agencia de evaluación de tecnología sanitaria.
Así, la consejera confía en que las obras de ambos hospitales estén terminadas en febrero de ese año, para después abrir sus puertas. Además, defendió el funcionamiento de la empresa Gestora de Infraestructuras Sanitarias de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (Giscarmsa), "una sociedad mercantil regional con capital enteramente público", creada en 2005 y encargada de la construcción de ambos edificios.
En este sentido, adelantó que Giscarmsa también se encargará de la construcción del hospital materno infantil de la Arrixaca, de la escuela de enfermería (no iniciada aún) y de nuevos centros de salud de la zona. "Creemos en lo público", afirmó Palacios, y matizó que "de todas maneras" los proveedores de servicios de salud siguen siendo privados, "aunque la empresa que gestione sea pública".
Además, insistió en la eficiencia del modelo de gestión sanitario de Murcia, y destacó que, una vez inaugurados los nuevos hospitales de Cartagena y Mar Menor, Giscarmsa también se ocupará de la mantención del edificio y la explotación de servicios comerciales "no sanitarios" (lavandería, desinfección, limpieza y otros).
Ante la próxima aplicación de esas tareas de gestión de la empresa pública, la consejera se declaró "optimista", aunque admitió que al principio el modelo "será costoso" de implantar porque los gerentes de los hospitales "están acostumbrados a llevarlo todo, desde que esté limpio el edificio hasta que la comida llegue bien" y ahora "sólo se ocuparán del paciente".
Asimismo, aseguró que Giscarmsa, como única empresa responsable, deberá "dar explicaciones" de su gestión y de la contratación de proveedores. Ese control se llevará a cabo a través de un "sistema de penalización" en el pago de la renta a la empresa cuando se encuentren fallos de calidad en al prestación del servicio. Aclaró, también, que los servicios complementarios que Giscarmsa contrate se seleccionarán mediante licitación pública.
Finalmente, destacó que la financiación de las obras de Cartagena y Mar Menor se logró a través de un crédito del Banco Europeo de Inversiones (BEI) que aportó 150 millones de euros, de la misma Giscarmsa (50 millones) y que "se está negociando" la financiación de la deuda comercial subordinada (35 millones). En este punto, explicó que en el caso de endeudamiento la deuda de Giscarmsa es "de la comunidad autónoma".
En el cierre, defendió el modelo murciano como "una nueva fórmula de gestionar hospitales", que asegura la "eficiencia" porque da prioridad a que los prestadores de salud sólo tengan que dedicarse "a lo que saben hacer". Asimismo, anunció que esperan "en breve" poner en funcionamiento una agencia de evaluación de tecnología sanitaria.
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