domingo, 17 de octubre de 2010

TORRE PACHECO/ «La muerte de Juani podría haberse evitado»

La familia de la joven que falleció hace un año arrastrada por una riada cree que hay culpables y que deben pagar por ello

17.10.10 - 01:10 - LOCAL GUARDIOLA
TORRE PACHECO.Ocurrió hace poco más de un año, el 16 de septiembre. Toda la mala suerte posible se alió en contra de Juani León Saura. Aquella tarde-noche de miércoles una serie de fatales circunstancias acabaron con su vida en un santiamén. Murió ahogada dentro de su coche. Hubo infortunio, sí, «pero responsables también». Es lo que piensan sus padres y sus hermanos: «La muerte de Juani se pudo evitar», afirma, convencida, su hermana María José.
La joven educadora ignoraba que nada más salir de su trabajo en la guardería municipal de San Cayetano caería, en pocos minutos, una impresionante tromba de agua en la zona norte del municipio.
Se subió a su Seat León y emprendió el regreso a casa, en Torre Pacheco. A mitad de trayecto,cuando circulaba por la RM-F29, a la altura del paraje de Las Cantandas, ya no llovía, pero su coche empezó a tambalearse por la fuerte corriente que venía del Cabezo Gordo, a través de los campos, y atravesaba la calzada como un torrente. Realizó tres llamadas: una a su madre, otra a su novio y la última al 112.
El agua se la estaba llevando, dijo, «por donde papá tiene la finca». El vehículo podría haberse atrancado entre limoneros, pero fue a parar a una pequeña balsa, situada a cinco metros de la carretera, algo de lo que Juani ya no pudo informar a sus familiares. Ni de eso, ni de nada más. Había muerto ahogada.
A la una del mediodía del jueves, tras una búsqueda que no fue demasiado larga, una grúa extrajo el vehículo de la balsa. En su interior estaba el cuerpo de la muchacha.
No pasó más de un mes hasta que los padres de Juani interpusieron una querella ante el Juzgado número 1 de San Javier, por «imprudencia temeraria con resultado de muerte», contra los que consideran responsables: «los propietarios de la balsa y el constructor, por comisión, y los inspectores de la Confederación Hidrográfica que permitieron semejante disparate, por omisión», explica a La Verdad el abogado Francisco Valdés Albistur.
En opinión del letrado, la balsa se construyó «a conciencia, tan cerca de la carretera y justo en medio de la rambla, para captar las aguas procedentes de las escorrentías».
Pero además de esto, la familia arguye otro elemento que, a su juicio, «no fue fortuito: faltaron medios y coordinación en aquella tarde», no duda en asegurar la madre de Juani, Fina.
Los bomberos del Consorcio Regional, según explicó entonces el director general de emergencias, Luis Gestoso, estuvieron examinando la balsa pocos minutos después de la llamada de Juani. Fina Saura entiende que tenían que haberla inspeccionado «más rápido, durante más tiempo y con buzos y otro medios, porque podrían haberla encontrado aún con vida».
Es más, añade la madre, «muy poco después de las llamadas de alerta de Juani, dos policías municipales preguntaron con un megáfono cerca de la balsa si había alguien, pero no hicieron más por averiguar si el coche estaba allí».
La búsqueda en la balsa fue «muy dificultosa», dijo Gestoso aquel día del rescate, puesto que «hasta que los buzos se han metido dentro y han ido palpando el fondo, que estaba lleno de fango, no se ha podido encontrar».
El proceso judicial, que se encuentra en fase de instrucción, no lleva buena marcha. El fiscal ha pedido el archivo de la causa, al considerar que fue simplemente un accidente y que Juani «no debió pasar por esa carretera».
La familia no está de acuerdo y va a seguir luchando. Defiende que el único afán que le mueve es «que haya justicia», y demostrar que, además de las circunstancias adversas, quedan responsabilidades que depurar: «Ha pasado más de un año y sigue todo igual, nosotros sin vivir y ellos sin decirnos que pudo hacerse algo más».

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