Un incendio destruyó parte de una casa en la huerta porque el camino de servicio estaba cortado y el camión de bomberos no encontraba el otro accesoM. J. MONTESINOS MURCIA/ La Verdad
Una treintena de familias que viven en casas de la huerta de la Senda de Enmedio, en La Albatalía, se sienten como en una ratonera por culpa de dos obras que obstaculizan el paso hasta sus hogares. Por una parte, las obras del tercer carril de la autovía les ha cortado el camino de servicio y, por el otro lado, las obras de prolongación del Paseo del Malecón reducen el acceso a un paso estrecho, con árboles, por el que no caben dos coches a la vez y donde hasta los bomberos tienen serias dificultades para acceder en caso de urgencia.
Los vecinos de la Senda de Enmedio ya se han llevado varios sustos en las últimas semanas. El último fue hace 10 días cuando ardió el piso superior de una vivienda en el número 9 de la Senda de Enmedio, en la que viven solas dos hermanas de 78 y 70 años, Fuensanta y Carmen Nicolás Montesinos, ambas con dificultad para andar por lo que usan muletas.
Serían las 10.30 de la noche y las hermanas Fuensanta y Carmen estaban viendo la tele, como cualquier otro viernes. De pronto, se fue la luz; al parecer, debido a un cortocircuito porque la instalación eléctrica es algo obsoleta en algunas partes de la casa.
Una de las hermanas se asomó por el hueco de la escalera al empezar a oler a quemado. En pocos minutos, la casa se llenó de humo y empezó a arder la habitación del piso superior, que Carmen y Fuensanta tienen destinado a guardar viejos enseres y ropa, que ardieron sin dificultad.
Fuensanta y Carmen salieron a la puerta de su casa y empezaron a dar gritos y a pedir auxilio. Los vecinos se asomaron, alarmados, y dieron rápidamente aviso a los bomberos. Las hermanas tenían encima tal susto, que ni una, ni dos tazas de tila consiguieron calmar.
Una vecina tuvo que salir con su coche al encuentro del coche de bomberos para indicarle por donde tenía que entrar para llegar hasta la casa. A esas horas, la planta superior había ardido por completo. El humo dejó la casa inutilizada y, controlado el peligro, Fuensanta y Carmen se fueron a pasar la noche con sus sobrinos.
Los vecinos de la Senda de Enmedio ya se han llevado varios sustos en las últimas semanas. El último fue hace 10 días cuando ardió el piso superior de una vivienda en el número 9 de la Senda de Enmedio, en la que viven solas dos hermanas de 78 y 70 años, Fuensanta y Carmen Nicolás Montesinos, ambas con dificultad para andar por lo que usan muletas.
Serían las 10.30 de la noche y las hermanas Fuensanta y Carmen estaban viendo la tele, como cualquier otro viernes. De pronto, se fue la luz; al parecer, debido a un cortocircuito porque la instalación eléctrica es algo obsoleta en algunas partes de la casa.
Una de las hermanas se asomó por el hueco de la escalera al empezar a oler a quemado. En pocos minutos, la casa se llenó de humo y empezó a arder la habitación del piso superior, que Carmen y Fuensanta tienen destinado a guardar viejos enseres y ropa, que ardieron sin dificultad.
Fuensanta y Carmen salieron a la puerta de su casa y empezaron a dar gritos y a pedir auxilio. Los vecinos se asomaron, alarmados, y dieron rápidamente aviso a los bomberos. Las hermanas tenían encima tal susto, que ni una, ni dos tazas de tila consiguieron calmar.
Una vecina tuvo que salir con su coche al encuentro del coche de bomberos para indicarle por donde tenía que entrar para llegar hasta la casa. A esas horas, la planta superior había ardido por completo. El humo dejó la casa inutilizada y, controlado el peligro, Fuensanta y Carmen se fueron a pasar la noche con sus sobrinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario